Advertir que dinero del narcotráfico podría financiar campañas políticas en 2010 en México…
Es una aseveración temeraria y preocupante por todos los ángulos que se quiera ver, analizar, o reflexionar.
Y no sería nada novedoso, ni causaría polémica en el país, si el aviso o la insinuación la hubiera realizado cualquier mequetrefe metido a político que busca llamar la atención diciendo una sarta de pendejadas.
Pero, no…
La observación salió de los propios labios del presidente Felipe Calderón Hinojosa, y por lo tanto es digna de llamar la atención.
Y el mandatario mexicano fue enfático al señalar que “el poder corruptor de las mafias del crimen organizado, representan una amenaza para la democracia, porque buscan el control territorial comprando a las autoridades estatales y municipales”.
Es indudable que el huésped de Los Pinos tiene razones de peso para hacer públicos sus temores, que desde luego, son el resultado de informes clasificados de los órganos de inteligencia y seguridad nacionales del gobierno de la república.
Lo cierto de todo es que las huellas del narcotráfico en México se encuentran en la gran mayoría de las instituciones públicas del país.
En efecto, el “poder corruptor” que hace referencia el presidente Calderón, ha logrado llegar hasta las instancias de gobierno jamás imaginadas.
Y un ejemplo que no deja lugar a dudas, son las altas esferas de la milicia, de dónde muchos jefes militares han salido para ser sujetos a procesos penales por sus presuntos nexos con los capos de las drogas…
El general Jesús Gutiérrez Rebollo, ex comisionado del desaparecido Instituto Nacional para el Combate a las Drogas, se encuentra purgando condena de más de 40 años de cárcel por sus vínculos con el fallecido narcotraficante Amado Carrillo Fuentes, el señor de los cielos, fundador del cártel de Juárez.
Lo mismo ha sucedido con funcionarios más encumbrados de las instancias encargadas del combate a las drogas y a la delincuencia…
Noé Ramírez Mandujano, el zar antidrogas de la SIEDO, desde prisión enfrenta acusaciones de haber estado coludido con el crimen organizado, en especial con el cártel de los hermanos Beltrán Leyva, quienes de “sueldo mensual” le hacían llegar más de 150 mil dólares mensuales, por brindarles protección en sus operaciones delictivas.
Y así como los dos ejemplos antes mencionados de altos jefes del gobierno mexicano corrompidos por el dinero de los narcos, la lista de gobernadores, senadores, diputados federales, locales y presidentes municipales, podría ser bastante extensa.
Que muchos, pero muchos de los gobernantes en México, tienen nexos con las mafias del narcotráfico y del crimen organizado, son secretos a voces en cualquier rincón del país.
Y como dice la conseja popular… el Sol no puede taparse con un dedo.
Pero insisto…
El hecho que haya sido el propio presidente Calderón el que puso el dedo en la yaga, previendo que “el poder corruptor de los narcotraficantes podrían hacerse presente en las campañas proselitistas de 2010”, llama la atención y enciende las farolas preventivas.
Aún cuando muchos de los actores políticos en los estados del país “no pueden tomarlo como algo personal”, la advertencia presidencial es un mensaje cifrado, entre líneas, que lleva dedicatorias especiales.
Porque es la segunda vez que Calderón toca el tema del narcotráfico y hace referencia a los estados y municipios, y ahora lo hizo en forma pública, para que todos se enteraran.
La primera ocasión fue en aquel encerrón que tuvo en Palacio Nacional con todos los gobernadores del PRI, la dirigente Beatriz Paredes y los coordinadores parlamentarios del tricolor en las Cámaras de Senadores y Diputados, donde el tema principal del encuentro rayó en las actividades del narcotráfico en las entidades gobernadas por priístas.
Algunos acuciosos periodistas y analistas políticos han salido a la palestra afirmando que el llamado preventivo de Calderón, sólo representa síntomas de nerviosismo del PAN de cara al 2010, donde habrán de renovarse 10 gubernaturas, y en cuyos estados nada pinta bien para el partido gobernante en el país.
Se presume que el PAN echará la casa por la ventana apoyando a sus candidatos del 2010, porque representa su última carta para llegar posesionado al 2012, pero que la verdad no se ve por donde aspire a conservar la presidencia.
Los pronósticos electorales del próximo año, son desalentadores para el panismo nacional, partiendo del desastroso historial de derrotas acumulado.
Por lo tanto, sobran los que afirman que “advertir la incursión del dinero sucio proveniente del narco”, es sólo una cortina de humo.
Mientras tanto, es seguro que muchos políticos no podrán dormir, menos ahora que el moderno y sofisticado Centro de Inteligencia Nacional, vigila a todos los actores políticos del país, desde que salen de sus casas hasta que regresan. Y nadie se salva.
¿O usted qué opina?
Es una aseveración temeraria y preocupante por todos los ángulos que se quiera ver, analizar, o reflexionar.
Y no sería nada novedoso, ni causaría polémica en el país, si el aviso o la insinuación la hubiera realizado cualquier mequetrefe metido a político que busca llamar la atención diciendo una sarta de pendejadas.
Pero, no…
La observación salió de los propios labios del presidente Felipe Calderón Hinojosa, y por lo tanto es digna de llamar la atención.
Y el mandatario mexicano fue enfático al señalar que “el poder corruptor de las mafias del crimen organizado, representan una amenaza para la democracia, porque buscan el control territorial comprando a las autoridades estatales y municipales”.
Es indudable que el huésped de Los Pinos tiene razones de peso para hacer públicos sus temores, que desde luego, son el resultado de informes clasificados de los órganos de inteligencia y seguridad nacionales del gobierno de la república.
Lo cierto de todo es que las huellas del narcotráfico en México se encuentran en la gran mayoría de las instituciones públicas del país.
En efecto, el “poder corruptor” que hace referencia el presidente Calderón, ha logrado llegar hasta las instancias de gobierno jamás imaginadas.
Y un ejemplo que no deja lugar a dudas, son las altas esferas de la milicia, de dónde muchos jefes militares han salido para ser sujetos a procesos penales por sus presuntos nexos con los capos de las drogas…
El general Jesús Gutiérrez Rebollo, ex comisionado del desaparecido Instituto Nacional para el Combate a las Drogas, se encuentra purgando condena de más de 40 años de cárcel por sus vínculos con el fallecido narcotraficante Amado Carrillo Fuentes, el señor de los cielos, fundador del cártel de Juárez.
Lo mismo ha sucedido con funcionarios más encumbrados de las instancias encargadas del combate a las drogas y a la delincuencia…
Noé Ramírez Mandujano, el zar antidrogas de la SIEDO, desde prisión enfrenta acusaciones de haber estado coludido con el crimen organizado, en especial con el cártel de los hermanos Beltrán Leyva, quienes de “sueldo mensual” le hacían llegar más de 150 mil dólares mensuales, por brindarles protección en sus operaciones delictivas.
Y así como los dos ejemplos antes mencionados de altos jefes del gobierno mexicano corrompidos por el dinero de los narcos, la lista de gobernadores, senadores, diputados federales, locales y presidentes municipales, podría ser bastante extensa.
Que muchos, pero muchos de los gobernantes en México, tienen nexos con las mafias del narcotráfico y del crimen organizado, son secretos a voces en cualquier rincón del país.
Y como dice la conseja popular… el Sol no puede taparse con un dedo.
Pero insisto…
El hecho que haya sido el propio presidente Calderón el que puso el dedo en la yaga, previendo que “el poder corruptor de los narcotraficantes podrían hacerse presente en las campañas proselitistas de 2010”, llama la atención y enciende las farolas preventivas.
Aún cuando muchos de los actores políticos en los estados del país “no pueden tomarlo como algo personal”, la advertencia presidencial es un mensaje cifrado, entre líneas, que lleva dedicatorias especiales.
Porque es la segunda vez que Calderón toca el tema del narcotráfico y hace referencia a los estados y municipios, y ahora lo hizo en forma pública, para que todos se enteraran.
La primera ocasión fue en aquel encerrón que tuvo en Palacio Nacional con todos los gobernadores del PRI, la dirigente Beatriz Paredes y los coordinadores parlamentarios del tricolor en las Cámaras de Senadores y Diputados, donde el tema principal del encuentro rayó en las actividades del narcotráfico en las entidades gobernadas por priístas.
Algunos acuciosos periodistas y analistas políticos han salido a la palestra afirmando que el llamado preventivo de Calderón, sólo representa síntomas de nerviosismo del PAN de cara al 2010, donde habrán de renovarse 10 gubernaturas, y en cuyos estados nada pinta bien para el partido gobernante en el país.
Se presume que el PAN echará la casa por la ventana apoyando a sus candidatos del 2010, porque representa su última carta para llegar posesionado al 2012, pero que la verdad no se ve por donde aspire a conservar la presidencia.
Los pronósticos electorales del próximo año, son desalentadores para el panismo nacional, partiendo del desastroso historial de derrotas acumulado.
Por lo tanto, sobran los que afirman que “advertir la incursión del dinero sucio proveniente del narco”, es sólo una cortina de humo.
Mientras tanto, es seguro que muchos políticos no podrán dormir, menos ahora que el moderno y sofisticado Centro de Inteligencia Nacional, vigila a todos los actores políticos del país, desde que salen de sus casas hasta que regresan. Y nadie se salva.
¿O usted qué opina?
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