Después del Consejo Político Estatal Priísta en Veracruz, todos los aspirantes al 2010 creen tener a dios agarrado de las orejas.
Con la aprobación selectiva a través del método de delegados, hasta cualquier mequetrefe hijo de vecino mostrando credencial afiliada al PRI, considera detentar los derechos a obtener una candidatura.
La inmensa mayoría de los hoy precandidatos enlistados en el Partido Revolucionario Institucional, estiman tener amarradas cada una de las candidaturas que estarán en disputa el próximo 4 de julio de 2010.
Aseguran contar con el padrinazgo político, financiero o familiar más que suficiente para alcanzar la bendición de quien habrá de palomear las designaciones a los cargos de elección popular del próximo año.
Y claro, como no encuentran a otro pendejo mayor o mejor, todos argumentan, gritan y vociferan ser amigos del gobernador Fidel Herrera, en afán protagónico por llamar la atención o hacerse notar ante los opositores que, se sabe, estarán a la cacha de los priístas resentidos.
Lo que a final, esa presunción de amistad, preferencia o protección política, resultará una verdadera vacilada.
Porque es infantil e inadmisible aceptar que el mandatario veracruzano, con esa experiencia política zorruna que lo caracteriza, esté dándole cuerda a todos los que en forma ilusa y sin tener los principios básicos del Fidelismo, se avienten a participar en una contienda electoral.
Principalmente en la del 2010, que, vuelvo a escribirlo, será la madre de todas las batallas electorales jamás vistas en Veracruz.
Para ganar una elección en el proceso del 4 de julio de 2010, se requerirá algo más que “nombrarse delfín o tiburón, o atreverse a mostrar una recomendación escrita- verbal del padrino político, o decirles a los ciudadanos que soy gente de sultana o perengano”.
Todas esas artimañas del político mentiroso, trampero y farsante, han caducado, no existen, son detestables para el ciudadano común y corriente que cumple con acudir a omitir su voto en cada proceso electoral.
Los éxitos del PRI de la Fidelidad en los últimos dos procesos, el de septiembre de 2007 y el último del 5 de julio de 2009, se debieron gracias al trabajo del propio gobernador Fidel Herrera. Sólo en algunos casos excepcionales, el triunfo se confabuló con el nombre del o de la candidata.
Por ello, para la elección del 2010, yo pregunto…
¿Se atreverá el PRI Fidelista a seleccionar representantes sinónimos de la derrota?
Porque reitero…
Entusiasmados, locos y perdidos de contento por el efecto de la Fidelidad, todos quieren ser candidatos en el 2010. Claro, no son motivados por el mismo deseo genuino de trabajar en beneficio de los veracruzanos; son otros intereses de rapiña, los impulsores.
Es cierto que la lista de suplicantes del 2010 es larga, pero también en innegable que muchos, aún sintiéndose cercanos al Fidelismo, serán sacrificados, antes de la elección, el día de ésta, o después del proceso.
A últimas horas, gente muy íntima al dueño del Partido Convergencia, se ha ido de la lengua diciendo que el senador Dante Delgado ha logrado pactar en palacio de gobierno, por lo menos la entrega de veinte importantes alcaldías, ubicadas en el norte, centro, sur y en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río.
Una de de las tantas sería Xalapa, la capital del estado, que quedaría en manos del también senador con licencia, José Luis Lobato Campos, quien competiría en el 2010 por el mismo partido naranja.
Otra alcaldía que habría sido pactada para entregársela a Convergencia llevando de candidato al empresario llantero Rafael Fuster, sería la de Medellín de Bravo, quizás de menos impacto político, pero primordial para hacer los grandes negocios de construcción de por lo menos 50 mil viviendas de interés popular, en los que se presume, los de palacio de gobierno tienen preferencia.
Una presidencia más que se presume entró en la negociación, es la Córdoba, donde el candidato de Convergencia, sería el actual diputado local Alfredo Tress Jímenez, pariente cercano a Dante.
Hasta donde se sabe, la orden será que en todos esos 20 municipios, ganen los abanderados Convergentes.
Y en cuanto a las diputaciones locales, ha trascendido que todo camina en la misma dirección…
Incluso hasta en los puestos plurinominales existe incertidumbre, los principales tiradores, encabezados por Jorge Carvallo Delfín, aún siendo acomodados en los primeros tres lugares, no la tienen segura, porque el PRI Fidelista va por los 30 escaños de votación directa, partiendo que en 2007 ganó 28 y sólo perdió 2.
Por ello reitero…
¿Cuántos de los que se dicen cercanos al propio gobernador Herrera, por voraces correrán el riesgo de sacrificables?
Bien hace el joven diputado federal Javier Duarte de Ochoa, en no dejarse llevar con el falso canto de las sirenas.
No en forma astuta, no renuncia a la diputación para dedicarse de tiempo completo a buscar la candidatura de su partido.
¿O usted qué opina?
Con la aprobación selectiva a través del método de delegados, hasta cualquier mequetrefe hijo de vecino mostrando credencial afiliada al PRI, considera detentar los derechos a obtener una candidatura.
La inmensa mayoría de los hoy precandidatos enlistados en el Partido Revolucionario Institucional, estiman tener amarradas cada una de las candidaturas que estarán en disputa el próximo 4 de julio de 2010.
Aseguran contar con el padrinazgo político, financiero o familiar más que suficiente para alcanzar la bendición de quien habrá de palomear las designaciones a los cargos de elección popular del próximo año.
Y claro, como no encuentran a otro pendejo mayor o mejor, todos argumentan, gritan y vociferan ser amigos del gobernador Fidel Herrera, en afán protagónico por llamar la atención o hacerse notar ante los opositores que, se sabe, estarán a la cacha de los priístas resentidos.
Lo que a final, esa presunción de amistad, preferencia o protección política, resultará una verdadera vacilada.
Porque es infantil e inadmisible aceptar que el mandatario veracruzano, con esa experiencia política zorruna que lo caracteriza, esté dándole cuerda a todos los que en forma ilusa y sin tener los principios básicos del Fidelismo, se avienten a participar en una contienda electoral.
Principalmente en la del 2010, que, vuelvo a escribirlo, será la madre de todas las batallas electorales jamás vistas en Veracruz.
Para ganar una elección en el proceso del 4 de julio de 2010, se requerirá algo más que “nombrarse delfín o tiburón, o atreverse a mostrar una recomendación escrita- verbal del padrino político, o decirles a los ciudadanos que soy gente de sultana o perengano”.
Todas esas artimañas del político mentiroso, trampero y farsante, han caducado, no existen, son detestables para el ciudadano común y corriente que cumple con acudir a omitir su voto en cada proceso electoral.
Los éxitos del PRI de la Fidelidad en los últimos dos procesos, el de septiembre de 2007 y el último del 5 de julio de 2009, se debieron gracias al trabajo del propio gobernador Fidel Herrera. Sólo en algunos casos excepcionales, el triunfo se confabuló con el nombre del o de la candidata.
Por ello, para la elección del 2010, yo pregunto…
¿Se atreverá el PRI Fidelista a seleccionar representantes sinónimos de la derrota?
Porque reitero…
Entusiasmados, locos y perdidos de contento por el efecto de la Fidelidad, todos quieren ser candidatos en el 2010. Claro, no son motivados por el mismo deseo genuino de trabajar en beneficio de los veracruzanos; son otros intereses de rapiña, los impulsores.
Es cierto que la lista de suplicantes del 2010 es larga, pero también en innegable que muchos, aún sintiéndose cercanos al Fidelismo, serán sacrificados, antes de la elección, el día de ésta, o después del proceso.
A últimas horas, gente muy íntima al dueño del Partido Convergencia, se ha ido de la lengua diciendo que el senador Dante Delgado ha logrado pactar en palacio de gobierno, por lo menos la entrega de veinte importantes alcaldías, ubicadas en el norte, centro, sur y en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río.
Una de de las tantas sería Xalapa, la capital del estado, que quedaría en manos del también senador con licencia, José Luis Lobato Campos, quien competiría en el 2010 por el mismo partido naranja.
Otra alcaldía que habría sido pactada para entregársela a Convergencia llevando de candidato al empresario llantero Rafael Fuster, sería la de Medellín de Bravo, quizás de menos impacto político, pero primordial para hacer los grandes negocios de construcción de por lo menos 50 mil viviendas de interés popular, en los que se presume, los de palacio de gobierno tienen preferencia.
Una presidencia más que se presume entró en la negociación, es la Córdoba, donde el candidato de Convergencia, sería el actual diputado local Alfredo Tress Jímenez, pariente cercano a Dante.
Hasta donde se sabe, la orden será que en todos esos 20 municipios, ganen los abanderados Convergentes.
Y en cuanto a las diputaciones locales, ha trascendido que todo camina en la misma dirección…
Incluso hasta en los puestos plurinominales existe incertidumbre, los principales tiradores, encabezados por Jorge Carvallo Delfín, aún siendo acomodados en los primeros tres lugares, no la tienen segura, porque el PRI Fidelista va por los 30 escaños de votación directa, partiendo que en 2007 ganó 28 y sólo perdió 2.
Por ello reitero…
¿Cuántos de los que se dicen cercanos al propio gobernador Herrera, por voraces correrán el riesgo de sacrificables?
Bien hace el joven diputado federal Javier Duarte de Ochoa, en no dejarse llevar con el falso canto de las sirenas.
No en forma astuta, no renuncia a la diputación para dedicarse de tiempo completo a buscar la candidatura de su partido.
¿O usted qué opina?
No hay comentarios:
Publicar un comentario