EL ENTERRADOR.

 

BUENOS DIAS VERACRUZ

David Varona Fuentes

Viernes 17 de junio del 2016

                            

“Se busca sepulturero…”

Así rezará la invitación laboral que pronto saldrá a la luz pública en todos los espacios publicitarios de Veracruz.

Ya está siendo elaborada, corregida y aumentada en el edificio de la avenida Adolfo  Ruiz Cortines 1419, aquí en la ciudad de Xalapa.

El propio Amadeo Flores Espinosa  revisa y perfecciona los requisitos que deben cubrir y reunir los aspirantes a ocupar el cargo por los siguientes dos años.

Ironías del quehacer político.

Todavía hace un año, pese a su longevidad, el Partido Revolucionario Institucional mostró total y completa salud.

En los comicios federales de julio de 2015 barrió en las urnas electorales a los partidos opositores participantes.

De los 21 distritos electorales en disputa ganó 15 en votación directa.

En esa contienda cívica el PRI veracruzano lució fuerte, renovado y fortalecido.

Cuando todos los daban por “muertos”, arrasaron en las urnas pillos de cuello blanco  como Erick Alejandro Lagos Hernández, en Acayucan; Jorge Carvallo Delfín, en San Andrés Tuxtla; Edgar Spinoso Carrera, en Martínez de la Torre.

La banda fidelista se vistió de gloria.

Peses a tener nexos con  bandas delictivos, según testimonios de jefes criminales capturados, y estar involucrados en el saqueo de recursos públicos por un monto de 39 mil millones de pesos, de acurdo a denuncias de la Auditoría Superior de la Federación, los fidelistas lograron el ansiado fuero legislativo.

Con esa alegría triunfalista el PRI de Veracruz llegó al proceso local de 2016, donde se renovarían la gubernatura y el Congreso local.

Nada fue igual.

En solo 12 meses el tricolor se desplomó. Se  fue al precipicio arrastrado por la desastrosa imagen  del gobierno estatal presidido por Javier Duarte.

Las pugnas internas por la candidatura y el hartazgo ciudadano hacia el PRI, dieron los resultados electorales ya conocidos.

Hoy sin gubernatura y sin control en el futuro Congreso local, el PRI de Veracruz se encuentra  en estado de gravidez, su enfermedad es terminal.

La opinión generalizada es que el  PRI estatal  está moribundo.

Yo pregunto:   

¿Y quién será el valiente que prepare y meta el último clavo al ataúd priísta en  Veracruz…?

¿Acaso  Héctor Yunes?

¿O el nefasto y corrupto de Gabriel Deantes Ramos?

¿O habrá alguien más?

El candidato perdedor de la gubernatura quiere adueñarse de la franquicia tricolor, apoyado por su compadre Manlio Fabio Beltrones.

Deantes Ramos es el representante del duo de la Fidelidad y la prosperidad, que pese a la masacre electoral del 5 de junio, se resiste a morir.

Es evidente:

Los Yunes rojos, lucharán por quedarse con el control del PRI en Veracruz, pensando en el 2018.

Fidel y Javier no están dispuestos a cedérselo.

Será otra lucha suicida, como la que tuvieron por la designación del abanderado al gobierno estatal que terminó en tragedia para el mismo PRI.

Por eso…

Ya buscan enterrador, aquel que prepare el sepulcro del partido tricolor.

¿O usted qué opina?

PD. Fuentes de alto nivel y de confiabilidad, han dejado entrever que la procuradora Arely Gómez tiene los días contados; desde la residencia de los Pinos y de Bucareli se hacen, los arreglos para darle entrada al nuevo procurador, que será el nuevo Fiscal de la Nación.

Se especula que el futuro funcionario es  de mano dura y a quien le corresponderá ejecutar las órdenes de aprehensión, que en forma misteriosa fueron rezagadas en el cajón, cubierto con el manto de la impunidad.

Es una decisión del presidente Peña Nieto: “El que la hace la paga” y aclarando que el presidente no tiene amigos…más de cuatro están temblando…no habrá perdón ni olvido…

 

PUNTA DE LANZA.

LOS  MALOSOS ESTAN DE PLÁCEMES.

A la Fiscalía Anticorrupción del Estado de  Veracruz quieren hacerle lo mismo que a la iglesia: dejarla en manos de Lutero.

Vaya cinismo.

Algunas voces debidamente aleccionadas desde el Consulado de Barcelona, España, están pronunciándose en favor de un polémico litigante jarocho, conocido en Juzgados y Ministerios Públicos de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río por los bombazos millonarios que “ofrece” cuando de ganar un caso “grueso” se trata.

El mencionado es fidelista cien por ciento. Durante las últimas dos administraciones ha sido notoria su inclinación hacia las causas priístas. Incluso ha hace suyas los casos que llevan sed y hambre de venganza de palacio de Gobierno.

Esa es la propuesta que están haciendo los que desean que nadie cambie en Veracruz.

¿Qué no habrá otra mejor?

Insistimos:

El nombramiento del Fiscal Anticorrupción debe ser responsabilidad  del gobierno que llega no del que se va.