A diferencia de su niñez que escribía a Gaspar, Melchor y Baltasar, ahora como mandatario estatal, es pedigüeño del gobierno federal.
Cuando fue niño, como todo infante, Fidel esperaba con júbilo y alegría el 6 de enero de cada año. Largo era su escrito de solicitudes de juguetes, pero también grande s fueron sus decepciones al no recibir nada de lo que había pedido.
Hoy que gobierna la entidad más caudalosa en votos electorales, después del Distrito Federal y el estado de México, el presidente de la república en turno, es el sustituto de los Reyes Magos para Herrera Beltrán.
En sus dos primeros años como jefe del gobierno de Veracruz, a Fidel le fue de maravillas; recibía a manos llenas todo lo que solicitaba al entonces presidente Vicente Fox, en un intercambio de secretos y complicidades.
Sin la mano de Fox, sus dos últimos años de mandato estatal se han convertido en un infierno para el político de Nopaltepec.
Desde su llegada a Los Pinos el 1 de diciembre de 2006, el presidente Felipe Calderón ordenó cerrarle todas las llaves del dinero federal al tío Fide.
Y todavía de pilón, instruyó a su gabinete de seguridad pública investigar al gobierno que preside Fidel Herrera, por presuntas sospechas de proteger a los malosos.
Sólo basta recordar aquella mañana del 21 de abril de 2007 en Antón Lizardo, durante la ceremonia conmemorativa de la gesta heroica de 1914 defendiendo la ciudad de Veracruz contra la invasión norteamericana.
Ese día de cañonazos militares, Fidel fue el blanco del discurso presidencial.
Calderón llamó “traidores de México a quienes protegen a las bandas del crimen organizado y del narcotráfico”.
Opinan expertos en mensajes subliminales, que las palabras del michoacano en la escuela naval militar, fueron como echar las redes al mar en busca de pesca.
Verdad o mentira el señalamiento acusatorio de Calderón, lo cierto es que a partir de esa visita presidencial al estado, comenzó el viacrucis del gobernador Herrera para recibir de la federación todos los apoyos que por ley corresponden a Veracruz.
En cambio, empezaron a integrarse gruesos expedientes tanto en la Procuraduría General de la República, como en la Subsecretaría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada.
Las relaciones entre Felipe y Fidel no son nada cordiales, se mascan pero no se tragan; y lejos de lo institucional, se lanzan maldiciones.
Un día dicen amarse y en público mutuamente se regalan flores, pero al siguiente ya se odian y desprecian.
Así han sido los últimos 24 meses de trato entre el gobernador Herrera y el presidente Calderón.
Uno insistiendo que le retrasan las participaciones federales a su administración, y el otro reiterando que no bajen ningún recurso al gobierno de Veracruz si no comprueba en que lo gasta.
Pese a su zorruna experiencia política, Fidel se puso con Sansón a las patadas.
Y lo hizo en el peor momento de su vida política; justo cuando radio bemba difunde a diario que presuntamente está involucrado con un grupo criminal, asentado en Veracruz desde su llegada a palacio de gobierno.
Enterado de lo que podría venírsele encima, el gobernador del estado trata de recomponer sus relaciones con Calderón, pero éste es un hombre de odios y rencores, por lo que jamás olvidará las denostaciones públicas de las que dice haber sido víctima por parte de Fidel.
Y si a esa percepción presidencial le agregamos los dardos venenosos de los enemigos de Fidel incrustrados en el gobierno calderonista, el resultado es desastroso para el mandatario estatal.
No la tiene nada fácil el gobernador de Veracruz, frente a la inminente embestida del gobierno federal.
Mi amigo Fidel, se encuentra de rodillas ante Calderón.
Por una parte, el presupuesto estatal 2008, de 62 mil 290 millones de pesos, y del cual depende en un 95 por ciento de los recursos que envía la federación.
Es decir, 59 mil 529 millones de pesos, son los que espera Fidel recibir de Calderón, en medio de los barruntos de tempestad que despierta su trato nada amable.
Y por la otra, los expedientes secretos X de Veracruz que mantuvo congelados el zar antidrogas Noé Ramírez Mandujano.
Y peor todavía para los protectores de narcos en el estado, con la reciente captura de El Java Javier Díaz Román, operador del Cartel del Golfo en los estados de Veracruz y Quintana Roo.
De acuerdo a informes de primer nivel, El Java escupió todo; ha dado nombres y apellidos de los funcionarios del gobierno estatal que sobornaba para que le permitieran operar en Veracruz.
Nada es miel sobre hojuelas, pese a ser profesionales de la simulación.
Por toda la ceguera aparentada, qué le puede pedir el gobernador Fidel Herrera a los Reyes Magos ( Felipe Calderón).
De niño nada le trajeron por la humildad y carencia familiar.
Soñó ser afamado beisbolista de grandes ligas, tampoco se cumplió ese deseo.
En cambio, durante 30 años de actividad política deseó llegar a ser gobernador de Veracruz, y se le cumplió.
Lamentablemente, el poder lo transformó.
Hoy que escucha tambores de guerra alistándose para venir a Veracruz, lo único que Fidel pediría en su carta es clemencia, borrón y cuenta nueva.
Sin embargo, para los calderonistas, el regalo para Fidel se lo tienen listo ya en la calle Violetas de la ciudad de México.
¿O usted qué opina?
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