Todo apunta que Julen Rementería es el candidato de Fidel para entregar Veracruz al PAN.
Es el idóneo para negociar con Los Pinos la concertacesión del gobierno estatal en 2010, a cambio de recibir impunidad total y absoluta a su administración, convertida en imperio.
El joven gobernador del estado ve en Julen al hombre perfecto para salvarse del infierno, que ya lo acosa y no le da sosiego.
Reúne los mismos atributos de complicidad que Miguel Alemán descubrió en el entonces senador Herrera Beltrán para ocultar el saqueo de las arcas estatales, durante su desastroso sexenio.
Julen le cuidaría las espaldas a Fidel, no barrería para atrás, además de taparle todo el cochinero heredado.
En los hechos, Julen y Fidel tienen costumbres similares en sus desempeños políticos, parecieran ser cuñas del mismo palo.
El expresidente municipal panista de la ciudad de Veracruz en el trienio 2005-2008, es traidor, corrupto, tramposo, farsante y embustero.
Después de llevar a la quiebra financiera a El Importador, una tienda de ropas de herencia familiar, Julen fue rescatado de la miseria por el entonces candidato a la alcaldía jarocha Francisco Ávila Camberos, quien lo incluyó en su planilla como regidor. Dos años después lo hizo diputado local y después influyó para que alcanzara la nominación del PAN a la presidencia municipal.
Despachando como alcalde de la ciudad más importante de la entidad, Julen cubrió con el manto de la impunidad a su antecesor José Ramón Gutiérrez de Velasco, rompiendo y traicionando a su benefactor Camberos, que le exigía meter a la cárcel a la Joserra por las raterías cometidas en su cuatrienio de gobierno municipal (2001-2004).
El periodo de Rementería al frente del ayuntamiento jarocho se caracterizó por los escándalos de corrupción, tráfico de influencias y nominas secretas para pagar a 300 aviadores que cobraban sin trabajar, y agasajar a 45 funcionarios de su comuna y militantes del PAN, con 60 mil pesos extras cada treinta días.
Pero el golpe perfecto o la obra maestra de la traición de Julen, tuvo lugar en los comicios de septiembre de 2007, donde se elegiría al nuevo presidente municipal de Veracruz, que lo sucedería en palacio.
De acuerdo a informes internos de alto nivel y de la propia militancia blanquiazul, el entonces munícipe jarocho vendió al candidato de su partido, Julio Saldaña Morán, quien finalmente terminó, dizque derrotado, por el neofidelista Jon Rementería, para no variar, primo hermano de Julen.
La concertacesión de la alcaldía porteña, considerada durante 14 años para los panistas como la joya de la corona, habría sido pactada entre Fidel, Julen y el candidato Jon Rementería, bajo previo conocimiento de la dirigencia nacional del PAN y la autorización del huésped de Los Pinos, quien no bajaba de corrupto a Saldaña, por los chismes que recibía del propio alcalde de Veracruz.
De acuerdo a quienes escucharon a Calderón, éste dijo…
“Prefiero a otro, menos a un corrupto como Saldaña de presidente del puerto que mas visitaré como presidente”.
Mencionar “otro”, Calderón se refería al doctor Jon Rementería,.
Lo conoció gracias al primo Julen.
Cuando andaba en campaña presidencial en marzo de 2006, Calderón llegó a Veracruz sintiéndose mal del estómago, y por arte de magia Julen y el diputado federal Paco Ávila Camberos (siendo amigos todavía) le llevaron al doctor Jon Rementerìa para que lo atendiera.
Diferente al trato médico deficiente que Jon le ofreció al desaparecido Antonio Exsome y que motivó que la familia del empresario constructor lo corriera de la residencia, éste sacó lo mejor como gastroenterólogo, impresionando a Calderón por la atención recibida.
En algunas de las primeras giras de Calderón por el estado de Veracruz en 2007, ya investido como presidente de la república, lo primero que hizo fue pedir que buscaran al doctor Jon Rementería para que, entre otras cosas, atendiera su problema gastrointestinal.
Desde entonces, el primo hermano de Julen se convirtió en el favorito de todos, del PRI y del PAN.
Incluso, la profesora Elba Esther Gordillo, dueña de PNAL y usada por los Yunes, viajó al puerto jarocho para decirle al candidato panista Julio Saldaña, que “su elección estaba vendida por su propio partido”, y que si él quería, podía apoyarlo como lo estaba haciendo con Miguel Ángel Yunes Márquez, en Boca del Río.
Saldaña, que derrochaba el dinero de dudosa procedencia, sintiéndose el vencedor de las elecciones, no la escuchó, creyendo en la democracia electoral.
Ahora, con el paso de los meses y enteramente informado, entiendo porqué Felipe Calderón veía con buenos ojos al doctor Jon Rementería, el candidato de la Fidelidad, para que fuera el próximo presidente municipal de Veracruz.
No importándole que terminaran 14 años de gobiernos de su partido.
Sin lugar a dudas, Julen Rementería jugó el papel principal como traidor del panismo veracruzano, buscando beneficios personales, y creyendo que a cambio alcanzará la gloria.
Es cierto, conoce cómo se dio la entrega del puerto al PRI, y por lo tanto cree tener agarrado de las orejas al presidente Calderón.
El gobernador, se sabe por sus propios escuderos, encantado que Julen sea el candidato del PAN en el 2010.
Incluso el funcionario calderonista, aparece en primer lugar por parte de Fidel, si se trata de entregar Veracruz.
Aquí en este espacio lo anunciamos con tiempo.
¿O usted qué opina?
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