Siempre he dicho que hay muertos que caminan, porque nadie les dice que están muertos.
Y eso sucede con algunos distinguidos miembros de Acción Nacional y del Revolucionario Institucional.
Todos estando inertes políticamente creen caminar, gracias a la respiración periodística que les dan desde diversos medios informativos al servicio del que paga y ordena.
Por esos privilegios comprados reclaman tener el derecho de ser candidatos a gobernador en el 2010.
Unos por ser parte del clan familiar, que arrastrando toda una estela vergonzante de corrupción en la función municipal exigen al patriarca de las componendas del mal, intervenga ante el gobernador para ser tomados en cuenta en la decisión del 2010.
Otros, no siendo priístas, pagan cantidades millonarias a esos editores mercenarios de la información, para ser engañados en sus posibilidades de alcanzar la nominación de su partido a la gloria de la gubernatura.
Pero les gusta aparecer en las páginas del engaño y la simulación, en las que los nombran los grandes sansones del Veracruz moderno.
Engañados terminarán.
Ninguno de ellos, los del tricolor, ni los blanquiazules, tienen la mínima posibilidad de llegar siquiera a la etapa final de las nominaciones.
Son espejismo de los “dueños de periódicos” que desean seguir amasando fortunas con cargo al erario estatal.
Todos ellos, sintiéndose dueños de las glorias del periodismo comprado, creen tener el derecho de decidir los nombres de los candidatos a diputados, e influir o tratar de imponer al candidato a gobernador.
Siguen agarrando de pénjamo al gobernador Fidel Herrera con el cuento del 2004, cuando todos sabían que él era el candidato.
Esta vez, lamentablemente para los editores pitonisos, ninguno de sus recomendados llegará a la final, es más ni siquiera a los cuartos de la primera entrada.
Juan Bueno Torio arrastra toda la pudedumbre familiar de la dirección de Pémez-refinación, donde realizó negocios millonarios en beneficio de sus hermanos y cuñados, y también para amistades del expresidente Vicente Fox.
Gerardo Buganza, es un simple adorador del dios baco, que además no bajan de traidor en la residencia de Los Pinos.
Y no es para menos.
El cordobés, de la noche a la mañana, olvidó que si estuvo cerca del triunfo en la gubernatura del 2004, eso debe agradecerlo a Miguel Ángel Yunes Linares, cuya mano besaba, pero del que hoy habla pestes, y de pederasta no lo baja.
El otro candidato de los presuntos soldados del periodismo del gobernador, es Julen Rementería, un tipo igual que Buganza, traidor y don nadie, que como maceta no pasará del corredor.
Un pobre que para al menos ser tomado en cuenta, anduvo corriendo la voz entre sus amistades que él era el escogido por Fidel y Felipe, para que Veracruz pasara a manos del PAN.
Y yo sigo insistiendo en lo mismo, en eso puede tener razón el fracasado vende telas Rementería. A menos que sea parte del proyecto de Fidel de entregar el poder estatal al PAN en el 2010, él seria gobernador.
Del otro precandidato, por cierto muy allegado a los que vaticina el futuro de Veracruz, y que a huevos quieren meterle a Fidel como posible candidato a gobernador, primero que regrese a entregar cuentas claras a su pueblo; qué diga de dónde salió para comprar una maquinaria nueva para la empresa familiar.
Para quienes sabemos y conocemos que la política es de tiempos y ritmos, nos causa risa los presagios de los vendidos de siempre con el poder en turno.
No disimulan en contra de quien, desde palacio, ordenan denostar y criticar.
Y que vergüenza para ellos.
Cuando la muerte lamentable de Juan Camilo Mouriño, todos juntos, de la misma casa editorial, aseguraban que Miguel Ángel Yunes, sería el sucesor en la Secretaría de Gobernación.
Ahora lo dan por muerto, pero se les puede aparecer el diablo.
Ni hablar… fingir demencia es contagioso.
¿O usted qué opina?
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