El reloj marcó 2 de la tarde, luego las tres, las cuatro y… el invitado especial no llegaba.
Las invitaciones ordenadas para tan especial evento de predestape, señalaban que la reunión de los aliancistas generacionales, empezaría a partir de las dos, pasado el meridiano.
La cita era el World Trade Center, propiedad del gobierno estatal, y prestado para la realización de tal ceremonia a la dizque organización Alianza Generacional, propiedad del diputado local priísta Héctor Yunes Landa.
Todos los convocados buscaron estar temprano en el WTC; deseaban ser vistos por el jefe político de Veracruz, quien había asegurado su asistencia.
Por ello, desde las 10 de la mañana, empezaron a llegar al estacionamiento del centro de convenciones, autobuses repletos de políticos acarreados procedentes de diversos municipios del estado.
El ingreso de los comensales se veía en realidad, como el anuncio de un destape político rumbo a la gubernatura en el 2010.
Conforme seguían llegando unidades de transporte al lugar convocado, crecían las especulaciones.
Y no era para menos.
Era tanta la gente que entraba al lugar, que daba la impresión que finalmente serían más de 2 mil 500 los concurrentes a la comilona.
Parecían rebasarse las expectativas esperadas de una convocatoria a una simple comida anual de una organización, que da señales de vida cada 12 meses.
En el interior del WTC, el anfitrión principal recibía informes que los salones dispuestos para la comida, iban llenándose de asistentes.
Hacían acto de presencia en primera fila, diputados locales compañeros de cámara del homenajeado Yunes Landa.
También presidentes municipales de las principales ciudades del estado, como el de Veracruz, Jon Remetería Sempé, quien antes de acudir al festín, preguntó sí en verdad asistiría el gobernador Fidel Herrera. Le dijeron que sí y entonces decidió estar presente.
Se observaron a líderes de los comités municipales del PRI y a dirigentes de las centrales obreras, principalmente a los de la CROC, de Tomás Tejeda, que desde meses atrás trabaja a favor de la precandidatura de Yunes Landa, muy segura que será el candidato Fidelista del 2010.
Fue notoria, sin embargo, la ausencia de funcionarios del gabinete estatal, a excepción del secretario del Trabajo Américo Zúñiga, a quien se le vio solo.
Aún con las ausencias de sus excompañeros de palacio de gobierno, Héctor Yunes, lucía feliz a eso de las dos de la tarde. Todo estaba saliéndole como lo planeado, pero la fiesta no podía comenzar todavía…
Faltaba el personaje principal.
. Dieron las 3 de la tarde, y nada.
El aburrimiento empezaba hacer estragos entre la concurrencia. Y en respuesta Yunes Landa les decía que sí llegaría el gobernador.
El presidente de Alianza Generacional, miraba una y otra vez el reloj, mostrando síntomas de nerviosismo.
A las 3:30, no sabía ya qué hacer; empezaba a creer que su amigo el gobernador lo había dejado plantado cual novia de rancho, como lo hizo días antes en el municipio de La Antigua, donde no acudió a la inauguración de un puente.
Cuando el cronómetro marcó las 4 de la tarde, al político de Soledad de Doblado, se le veía abatido, confundido, consternado, pero sobre todo, decepcionado…Había perdido esperanza alguna que su jefe Fidel se presentara. Conocía sus retrasos de 30 o hasta 60 minutos, pero de dos horas, nunca.
Empezaba a tomar en serio la advertencia Fidelista del lanzamiento sin paracaídas de los adelantados o indisciplinados, en la carrera rumbo a la candidatura al gobierno del estado.
Justo 20 minutos después de las 16:00 horas, por fín apareció el tío Fide. Yunes sintió regresar a la vida, olvidando las maldiciones que pudo pensar y lanzar al ver que Fidel no llegaba.
Y no cesó en halagos desmedidos hacia el mandatario veracruzano, a pesar de sus más de dos horas de hacerlo esperar.
El diputado local y presidente de la Junta Local del Congreso local, se le tiró al piso a Fidel, arrastrándose de tal forma que muchos de los presentes terminaron muertos de risa.
Qué contradicción del legislador local…Cuando en México dialoga con su compadre Manlio Favio Beltrones, nunca se refiere con tanto amor, respeto y lealtad al gobernador, sino todo lo contrario, mostrando el verdadero rostro de Yunes Landa y sus intereses políticos.
Pero, bueno, el teatro se le cayó a don Héctor, y finalmente no quiso quitarse la capucha de “tapado”, tal como había asegurado a sus mozos de estoque días antes de la pachanga.
Los 160 minutos de espera, bien pudieron hacerlo reflexionar.
Sin lugar a dudas, lo que sí queda claro, es que Fidel despreció a los aliancistas generacionales, encabezados por su presidente estatal.
La tardanza del joven gobernante de Veracruz, no fue casual, sino completa y totalmente intencional.
Quien no conoce las mañas zorrunas de Fidel, ignora los tiempos y ritmos de la política.
¿O usted qué opina?
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