SE ALOCA BUGANZA

¿Triunfó la trinca infernal?
Al menos es lo que aseguran los acérrimos, aguerridos y recalcitrantes seguidores de los panistas Juan Bueno, Gerardo Buganza y Julen Rementería.
Todos andan locos de contentos echando la casa por la ventana en agasajos, dizque festejando que Buganza será de nueva cuenta el candidato de Acción Nacional al gobierno de Veracruz en el 2010.
Alegría y regocijo, dicen, que también es compartido por el propio gobernador priísta Fidel Herrera Beltrán al convenir a sus propios intereses políticos, financieros y principalmente de seguridad personal al pensar que ya libró.
Los simpatizantes de los que integran la trinca infernal juran que no se trata de un “borrego” para llamar la atención o sacar ventaja a quién o a quiénes de igual forma buscan ser nominados por el PAN para la lucha por la gubernatura.
Reiteran que Buganza tiene ya la candidatura amarrada y en la bolsa.
Insisten que ¡¡Es un hecho!!
Debo reconocer que de quienes escuché la versión que el cordobés Buganza, adorador del dios Baco, irá otra vez en busca de la silla principal de palacio de gobierno estatal, son gente cercana, muy íntima a los que trabajan, operan y forjan de nuevo el proyecto blanquiazul fracasado en el 2004.
Y aún cuando a sus afirmaciones doy el beneficio de la duda, ellos como muestra dan algunos pelos y señales que encuadran dentro del contexto de la lucha por dejar fuera de la contienda estatal al funcionario federal que según cuentan, tiene o tenía el apadrinamiento de Los Pinos.
Primero, amables lectores, debo comentarles que esos mismos operadores de confianza absoluta e indudable al servicio del senador Juan Bueno Torio, del exalcalde jarocho y actual coordinador de Centros de la SCT Julen Rementería y del propio diputado federal Gerardo Buganza, cuentan con información escalofriante que ponen los pelos de punta a cualquiera por los pactos de complicidad que la componen..
Por ejemplo, con datos del mes, día, hora y lugar de reunión, resaltan que el gobernador Fidel Herrera presuntamente entregó 20 millones de pesos a Buganza Salmerón para que éste realizara en el World Trade Center de Boca del Río el evento internacional sobre negocios que en septiembre de 2008 vino a inaugurar el presidente Felipe Calderón.
Reunión que fue muy comentada por la molestia y enojo de Calderón por tanta salamaría que el organizador de la cumbre vociferaba a favor de Buganza, dejando la impresión entre los asistentes que todo había sido planeado por el propio Gerardo para impresionar al presidente.
Pero como 20 millones de águila eran mucho dinero para organizar el acontecimiento empresarial, se corre la voz que una parte del sobrante, algo así como 15 millones, el exsenador y actual legislador plurinominal panista, lo destinó para cubrir viejos adeudos que tenía con proveedores de propaganda electoral desde su campaña electoral sin éxito del 2004.
La idea de liquidar con cinco años de atraso los pendientes por compra de pancartas, lonas, sombrillas, gorras y playeras, es con el fin de renovar créditos a futuro, pero principalmente para evitar sean motivo de “guerra sucia” en su contra, una vez colocado en el umbral de la gloria.
De resultar cierto el maridaje entre Fidel y Buganza, nos confirmaría que existen nexos que rebasan el trato o los acuerdos institucionales, de los que el diputado federal comenta cada ocasión que lo ven salir por las tardes de palacio de gobierno, o pasada la media noche de Casa Veracruz.
Es decir…
“Ayer adversarios políticos que se dieron hasta por debajo de la lengua en la contienda del 2004, hoy verdaderos cuates y cómplices inspirados en un mismo objetivo”… Sacar del camino al político veracruzano que despacha como director del ISSSTE.
Y en segundo lugar, soslayar que los propios íntimos de la trinca infernal aseguran tener grabaciones telefónicas en las que Buganza recibe el espaldarazo de Luis Felipe Bravo Mena, el secretario particular de Calderón; del Secretario de Gobernación Fernando Francisco Gomez-Mont y nuevamente del viejo zorro Diego Fernández de Ceballos, su impulsor en 2004, cuya voz pesa, se escucha y respeta dentro y fuera del PAN.
Hasta los diputados federales azules han ofrecido su respaldo al cordobés, y son los mismos que, como Osiel Castro de la Rosa, algunas veces fueron al edificio del ISSSTE a pedir obras y jurar lealtad para el 2010, la cual olvidaron una vez estando fuera del inmueble.
Sólo faltaría saber si el presidente Calderón Hinojosa, como primer panista del país ya cambió su votó, ahora a favor del cordobés.
Si resulta afirmativo, ahora podría entenderse el porqué del silencio sepulcral y del desánimo por cumplir acuerdos bajo palabra en la otra esquina del escenario.
En fin, la política tiene tantos recovecos que todo cabe dentro de las posibilidades.
Pero insisto, conservo mis dudas, y hasta en tanto no se de el último silbatazo, el final de la contienda todavía no estará escrito.
¿O usted qué opina?