domingo, 11 de octubre de 2009

YA SE ESCUCHAN LOS TAMBORES DE GUERRA…


Futuro tenebroso y de pesadillas financieras es el que les espera a los gobernadores del Partido Revolucionario Institucional.
Principalmente aquellos que la federación les ha colgado la etiqueta de sospechosos en el manejo honesto y transparente de los recursos públicos.
Ha trascendido que el presidente Felipe Calderón ordenó a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público cerrar las llaves del dinero a esos mandatarios estatales, que hacen de las participaciones federales verdaderas orgías políticas promocionando su imagen personal y la del partido al que pertenecen.
Aseguran que no habrá un solo peso si los gobernadores no comprueban cómo, cuando y en dónde gastaron el peso anterior que recibieron del gobierno calderonista.
Es decir… de aquí pal real habrá mano dura en la entrega de las partidas a los estados y municipios y estricta vigilancia en la aplicación de las mismas; que no haya fugas a actividades de tipo político, es la orden de Calderón a todos sus colaboradores.
Sin lugar a dudas, la decisión del presidente Calderón de ponerle candados en el envío del dinero federal a las entidades lleva dedicatoria especial.
Y para entender la rigidez, es necesario retomar las denuncias públicas que en días pasados hiciera en canal abierto de televisión el dirigente del Partido Acción Nacional, César Nava.
El presidente del CEN del PAN con la autorización presidencial se refirió a los gobernadores del partido tricolor, Fidel Herrera Beltrán, de Veracruz; Mario Marín, de Puebla y Ulises Ruiz, de Oaxaca.
A ellos, el vocero de Calderón en mensaje de carácter político, los boletinó como gobernadores opacos, cuya rendición de cuentas del dinero que gastan dista mucho de la transparencia y lucidez que pregonan.
Y no es para menos que en Los Pinos pongan especial interés en estos tres gobernantes estatales, debido a que en la contienda federal del pasado 5 de julio prácticamente se llevaron carro completo para el PRI.
Y de acuerdo a los informes que llegaron a manos de Calderón, Fidel, Mario y Ulises, convirtieron la jornada intermedia en una elección de estado, en la que usaron todos los recursos oficiales para que sus candidatos a diputados federales se alzaran con aplastantes victorias.
En forma coincidente en los estados de Veracruz, Puebla y Oaxaca, habrá elecciones en el 2010 para renovar a los tres gobernadores priístas, identificados como nebulosos en sus administraciones.
Y es precisamente en esas entidades donde el PAN busca arrebatarles el poder a los priístas, no importando que para lograrlo haga alianzas con otros partidos, como fue el caso de Oaxaca que se unió al PRD, y en Veracruz y Puebla donde también se habla de ir de la mano con el Sol Azteca.
Como resultado de ese interés del presidente Calderón por sacar al PRI de los palacios de gobierno de Veracruz, Puebla y Oaxaca, decidió amarrarles las manos a los gobernadores Herrera, Marín y Ruiz, en el manejo de los recursos que reciben de la federación.
Debe subrayarse que el michoacano tiene interés específico y primordial en la gubernatura de Veracruz, a la que mandará como candidato de su partido a su cercano colaborador Miguel Ángel Yunes Linares, director general del ISSSTE.
Puebla y Oaxaca interesan a Calderón, pero Veracruz más que las otras, y no porque Yunes venga abanderando las causas blanquiazules, sino porque le han contado tantas linduras del negro Fidel, que se ha obsesionado con estas tierras veracruzanas.
En consecuencia, el tío Fide se encuentra en la mira presidencial, y como respuesta a todos esos desaguisados políticos de dimes y diretes con la federación, le cerrarán la llave y lo mantendrá al puro goteo, y si algo enferma al gobernador de Veracruz, es no tener dinero para promover el culto a su personalidad.
Hoy el gobierno Fidelista enfrenta serias y graves dificultades financieras; no tienen ni siquiera para comprar papelería en las oficinas del gobierno, y la lista de acreedores es enorme; todos los días se hacen largas colas de cobradores que llegan a Tesorería a reclamar sus pagos, y la respuesta sigue siendo la misma de hace dos y tres meses…no hay dinero.
La esperanza de Fidel son los 6 mil 800 millones de pesos que recibirá por bursatilizar parte de las participaciones federales.
Pero con tanta deuda, difícil le alcance para todo y menos que le sobre para las campañas del 2010, principalmente la de su delfín Javier Duarte, y peor que tendrá el avispero de auditores de la federación, que desde luego ya no serán los recomendados del Secretario de Desarrollo Social, que han venido a taparle todos los hoyos en los desvíos de recursos.
No la tiene fácil mi amigo Fidel, él sabe que barruntos de tempestad amenazan su fin de sexenio, sólo que como es un gran simulador, aparenta dormir tranquilo.
La determinación del presidente Felipe Calderón de desaparecer la compañía Luz y Fuerza del Centro, por estar inmersa en un cochinero financiero al representar un barril sin fondo de los recursos que cada año le inyecta la federación, son avisos que deben preocupar a todos aquellos que manejan dinero del pueblo.
Y los gobernadores de los estados no son la excepción, menos a los que Calderón ha colocado al filo de la navaja.
¿O usted qué opina?

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