Hasta cuándo el gobierno del Fidel Herrera pondrá un freno total, a la ola de corrupción que sigue imperado con su visto bueno.
Por un lado se cortan cabezas y se simula encabezar una administración enérgica y transparente y por otra parte, se vislumbra a todas luces, los grandes negocios que se hacen con la obra pública.
Los portafolios y las alforjas, llegan hasta el palacio de gobierno, con el consabido veinte por ciento… dinero en efectivo y por adelantado, para concesionar obras a contratistas nefastos que se prestan a llevar a cabo estos sucios negocios, sin tener que enfrentar las normatividades correspondientes de licitar y concursar.
De acuerdo al sapo es la pedrada.
Hay obras que se están ofreciendo, sin todavía tener la seguridad de llevarlas a cabo.
El soltador de Fidel se llama: Jorge Carballo Delfín alias el mexiquense.
Carballo maneja grandes y extraordinarias cantidades de dinero en efectivo; ya con anterioridad “el jefe” lo había congelado.
En forma por demás inexplicable; no se sabe a qué se debe el gran apoyo desmedido… Fidel perdona a su escudero y nuevamente le entrega amplios y totales poderes para seguir manejando el “diezmo” ahora convertido en veinteno.
El mexiquense ordena desde palacio de gobierno; tal como si fuera el Vice gobernador… quita y pone gente… nombra “operadores” y realiza viajes constantes al distrito de los Tuxtlas, en donde dicen sus íntimos, será el candidato de Fidel a la diputación federal.
En este manto de complicidades, se habla de que el secretario de Comunicaciones Marcos Theurel hace el uno dos con Carballo; de esa dependencia corren ríos de dinero y nadie se atreve a decirlo.
Mientras tanto las carreteras del estado, se encuentra en circunstancias deplorables… obras que don Marcos ha llevado a cabo con constructoras de su propiedad.
Fidel no acepta críticas a su gobierno y menos cuando se trata de gente que está protegida bajo su firma y nombre.
Por ahí anda muy campante Arturo Quirate Vargas; quien dejó a la Junta de Caminos en la quiebra mas espantosa de todos los tiempos… hay pruebas contundentes y observaciones de las auditorías, de que su estancia en la Junta fue de saqueo, sucio y de escandalosos negocios, de los que el gobernador ha sido informado en forma detallada.
¿Y qué ha pasado?
Nada absolutamente nada; la aplicación de la ley ha sido letra muerta, el señor Vargas tan solo ha regresado cien mil miserables pesos, de los millones que se embolsó en forma cínica y descarada.
La fidelidad continúa… mientras tanto Carballo se pone rojo… pero, de contento, la lana es la lana y él tiene la varita mágica que Fidel necesita.
¿O Usted qué opina?