La ambición de ser Notario Público.
Continúa siendo el sueño de todo abogado fracasado, metido a político.
Y en la actual administración estatal, hay muchos de esos; jamás ganaron un juicio civil o penal, pero hoy ostentan ser exitosos litigantes para ocultar las riquezas obtenidas en la clandestinidad del poder público, que los salvó de la ruina en el ejercicio de la carrera del derecho.
Cada fin de administración estatal, es larga la lista de licenciados en Derecho que siendo funcionarios del estado y sintiéndose amigos del gobernador en turno, esperan verse favorecidos con una Notaría, y de preferencia en la demarcación que ellos decidan.
Es el ritual acostumbrado cuando termina un gobierno estatal.
Las Notarías para los abogados y las concesiones para los taxistas, se convierten cada seis años en el gran pastel a repartir, donde claro, tienen mano los íntimos al poder y los que más ofrezcan, en el caso de las placas de taxis.
Al gobernante que se le termina el cargo que le fue prestado por el voto ciudadano, le vale madres que su amigo o compadre reúna el perfil y cumpla con los requisitos de ley para convertirse en nuevo federatario público en el estado de Veracruz.
Su cuate el abogado, que tanto sirvió a su gobierno, será Notario, por sus pistolas.
El gobernador veracruzano que más títulos notariales ha repartido, fue Dante Alfonso Delgado.
Sus más cercanos colaboradores resultaron premiados al final de su gobierno sustituto; Miguel Angel Díaz Pedroza y Felipe Amadeo Flores Espinoza, recibieron cada uno su respectiva Notaría por la demarcación con cabecera en la ciudad de Xalapa; Oscar Aguirre López y Héctor Salmerón Roiz, en Veracruz puerto; el desaparecido Angel Leodegario Gutiérrez Castellanos, en Acayucan; Flavino Ríos Alvarado, en Minatitlán, quien por cierto a punto estuvo de perderla cuando salieron a luz pública documentos que lo exhibían como nativo del estado de Oaxaca.
Haciendo una evaluación del pasado, algunos exfuncionarios dantistas se retiraron del servicio público estatal para irse a refugiar a las Notarías, obsequiadas por los exgobernadores como bono sexenal.
Otros, teniéndolas asignadas a un hijo que también estudió derecho, siguen mamando de la ubre gubernamental.
El abogado jarocho Sergio Vaca Betancourt, antes de meterse a político, decía que las Notarías públicas las peleaban los abogados viejitos y güevones, ignoro si hoy siga pensando lo mismo o ande buscando una para su hijo del mismo nombre, el heredero de su despacho en el Callejón de Nacozari.
Lo cierto de todo es que a través de la fe pública, cuántos notarios no han hecho los grandes negocios de su vida, incluso torciendo la ley en asuntos de compra-venta de bienes, en los que por una buena lana de por medio disminuyen el costo real para beneficiar tanto al comprador como al vendedor, perjudicando los ingresos a la Secretaría de Hacienda con el Impuesto Sobre la Renta.
De acuerdo a expertos en el negocio de los bienes raíces, en una operación de 5 millones de pesos, por prestarse a bajar el precio del inmueble a 3 millones, el notario se deja pedir hasta 200 mil pesos, considerando que el ISR anda arriba del 32 por ciento.
Por testificar presuntos actos realizados en la ilegalidad, varios notarios se han visto en problemas judiciales; otros, por venganzas políticas fueron despojados del fuero notarial, como sucedió con Yayo Gutiérrez, quien enfrentó al poderoso secretario de Gobierno Chirinista, Miguel Angel Yunes Linares, que insistía en quitarle la Notaría por ser criticado en el Diario xalapeño propiedad del político avecindado en Acayucan.
La entrega de nuevas Notarías, está a la vuelta de la esquina, y las plazas más peleadas para asignarse una notaría siguen siendo las ciudades de Xalapa, Veracruz, Coatzacoalcos, Minatitlán, Tuxpan, Poza Rica, Córdoba y Orizaba.
El gobierno Fidelista ha propuesto a la legislatura estatal modificaciones a la Ley del Notariado Estatal; destacando el impedimento al cambio de demarcación notarial, en virtud que todos aceptaban recibir una notaría no importándoles que fuera en Huayacocotla, pero más tarde que temprano ya estaban en Xalapa o Veracruz.
Es larga la lista de recomendados del gobernador Herrera que desean recibir una notaría como regalo de fin de sexenio.
Pero la iniciativa de ley interpuesta por Fidel, los puso a temblar.
Bueno, todavía falta ver que los cambios se aprueben y luego se cumplan.
A como nos tiene acostumbrados el tío Fide, que dice una cosa y hace otra, todo puede pasar.
Por lo pronto, don Reynaldo y doña Nohemí, serán notarios si no se les hacen las magistraturas en el Poder Judicial; una notaría más, está súper apartada, a través de un tercero, es para el ya maestro, pero también, futuro doctor en derecho.
Quien lo dude, se lo dejo al tiempo.
¿O usted qué opina?
Continúa siendo el sueño de todo abogado fracasado, metido a político.
Y en la actual administración estatal, hay muchos de esos; jamás ganaron un juicio civil o penal, pero hoy ostentan ser exitosos litigantes para ocultar las riquezas obtenidas en la clandestinidad del poder público, que los salvó de la ruina en el ejercicio de la carrera del derecho.
Cada fin de administración estatal, es larga la lista de licenciados en Derecho que siendo funcionarios del estado y sintiéndose amigos del gobernador en turno, esperan verse favorecidos con una Notaría, y de preferencia en la demarcación que ellos decidan.
Es el ritual acostumbrado cuando termina un gobierno estatal.
Las Notarías para los abogados y las concesiones para los taxistas, se convierten cada seis años en el gran pastel a repartir, donde claro, tienen mano los íntimos al poder y los que más ofrezcan, en el caso de las placas de taxis.
Al gobernante que se le termina el cargo que le fue prestado por el voto ciudadano, le vale madres que su amigo o compadre reúna el perfil y cumpla con los requisitos de ley para convertirse en nuevo federatario público en el estado de Veracruz.
Su cuate el abogado, que tanto sirvió a su gobierno, será Notario, por sus pistolas.
El gobernador veracruzano que más títulos notariales ha repartido, fue Dante Alfonso Delgado.
Sus más cercanos colaboradores resultaron premiados al final de su gobierno sustituto; Miguel Angel Díaz Pedroza y Felipe Amadeo Flores Espinoza, recibieron cada uno su respectiva Notaría por la demarcación con cabecera en la ciudad de Xalapa; Oscar Aguirre López y Héctor Salmerón Roiz, en Veracruz puerto; el desaparecido Angel Leodegario Gutiérrez Castellanos, en Acayucan; Flavino Ríos Alvarado, en Minatitlán, quien por cierto a punto estuvo de perderla cuando salieron a luz pública documentos que lo exhibían como nativo del estado de Oaxaca.
Haciendo una evaluación del pasado, algunos exfuncionarios dantistas se retiraron del servicio público estatal para irse a refugiar a las Notarías, obsequiadas por los exgobernadores como bono sexenal.
Otros, teniéndolas asignadas a un hijo que también estudió derecho, siguen mamando de la ubre gubernamental.
El abogado jarocho Sergio Vaca Betancourt, antes de meterse a político, decía que las Notarías públicas las peleaban los abogados viejitos y güevones, ignoro si hoy siga pensando lo mismo o ande buscando una para su hijo del mismo nombre, el heredero de su despacho en el Callejón de Nacozari.
Lo cierto de todo es que a través de la fe pública, cuántos notarios no han hecho los grandes negocios de su vida, incluso torciendo la ley en asuntos de compra-venta de bienes, en los que por una buena lana de por medio disminuyen el costo real para beneficiar tanto al comprador como al vendedor, perjudicando los ingresos a la Secretaría de Hacienda con el Impuesto Sobre la Renta.
De acuerdo a expertos en el negocio de los bienes raíces, en una operación de 5 millones de pesos, por prestarse a bajar el precio del inmueble a 3 millones, el notario se deja pedir hasta 200 mil pesos, considerando que el ISR anda arriba del 32 por ciento.
Por testificar presuntos actos realizados en la ilegalidad, varios notarios se han visto en problemas judiciales; otros, por venganzas políticas fueron despojados del fuero notarial, como sucedió con Yayo Gutiérrez, quien enfrentó al poderoso secretario de Gobierno Chirinista, Miguel Angel Yunes Linares, que insistía en quitarle la Notaría por ser criticado en el Diario xalapeño propiedad del político avecindado en Acayucan.
La entrega de nuevas Notarías, está a la vuelta de la esquina, y las plazas más peleadas para asignarse una notaría siguen siendo las ciudades de Xalapa, Veracruz, Coatzacoalcos, Minatitlán, Tuxpan, Poza Rica, Córdoba y Orizaba.
El gobierno Fidelista ha propuesto a la legislatura estatal modificaciones a la Ley del Notariado Estatal; destacando el impedimento al cambio de demarcación notarial, en virtud que todos aceptaban recibir una notaría no importándoles que fuera en Huayacocotla, pero más tarde que temprano ya estaban en Xalapa o Veracruz.
Es larga la lista de recomendados del gobernador Herrera que desean recibir una notaría como regalo de fin de sexenio.
Pero la iniciativa de ley interpuesta por Fidel, los puso a temblar.
Bueno, todavía falta ver que los cambios se aprueben y luego se cumplan.
A como nos tiene acostumbrados el tío Fide, que dice una cosa y hace otra, todo puede pasar.
Por lo pronto, don Reynaldo y doña Nohemí, serán notarios si no se les hacen las magistraturas en el Poder Judicial; una notaría más, está súper apartada, a través de un tercero, es para el ya maestro, pero también, futuro doctor en derecho.
Quien lo dude, se lo dejo al tiempo.
¿O usted qué opina?
No hay comentarios:
Publicar un comentario