Fidel Herrera ha tenido muchos días tristes en su vida.
Ante la ausencia del padre, desde niño tuvo que trabajar para ayudar en los gastos de su casa.
Sus primeros diez años los pasó vendiendo cocadas, en lugar de jugar como cualquier otro niño de su edad.
Como estudiante también vivió momentos difíciles por la falta de dinero, pero siempre encontró un alma piadosa que le tendió la mano, llevándolo a vivir a su casa o dándole un taco qué llevarse a la boca.
Niñez de carencias que cuando viene a su mente, no puede evitar que sus ojos humedezcan, principalmente hoy en día que es un hombre, inmensamente rico y acaudalado.
Lo tiene todo, dinero, poder y… compra o agarra para su uso personal, lo que le viene en gana.
Su fortuna económica crece cada día gracias a las grandes inversiones que tiene en el país y fuera de las fronteras nacionales.
Tentado por los negocios le ha entrado a muchos de éstos en diferentes ramas, en la industrial, portuaria y otras tantas.
Es tan grande su riqueza que en forma insistente busca ser entrevistado por la influyente revista Forbes, esa que clasifica a los hombres más ricos e influyentes del mundo.
Pero insisto, pese a su buena estrella, Fidel ha sufrido para llegar donde está, desde las zancadillas de sus mismos adversarios políticos, las críticas de ser un político mentiroso y traidor, o hasta de ser acusado por militantes del PAN de tener nexos con el narcotráfico.
Sin embargo, los momentos más miserables para el tío Fide, fueron los últimos días de septiembre de 2004, una vez pasadas las elecciones y cuando la Sala Electoral del Tribunal Superior de Justicia del estado, calificaba los comicios en los que él participó como candidato a gobernador por la Alianza Fidelidad por Veracruz.
Los magistrados Concepción Flores Aviaga, Ricardo Murga Contreras y Emeterio López Márquez, no se ponían de acuerdo y posponían el veredicto final de los resultados electorales.
Fidel, sufrió cada minuto, esperando ser ratificado vencedor de la contienda, y en consecuencia verse declararlo gobernador electo de Veracruz.
Los magistrados Murga (con tendencias panistas) y Flores Aviaga,(partidaria de Convergencia) dudaban en firmar dicha constancia de acreditación, es decir no validaban la elección del 5 de septiembre para gobernador.
Fue determinante la intervención del magistrado López Márquez, quien en forma valiente y heroica defendió el triunfo de Fidel, logrando convencer a don Ricardo y a doña Concepción.
El 30 de septiembre de 2004, terminó la angustia de Fidel al ser nombrado gobernador electo del estado para el periodo del 1 de diciembre de 2004 al 30 de noviembre de 2010.
En comentarios a sus amigos cercanos, Fidel siempre ha reconocido que los momentos más difíciles de la elección los vivió en la Sala Electoral del TSJ, al sentir que podrían anular la elección.
Y que por lo tanto, estaba eternamente agradecido con la actuación del licenciado Emeterio López Márquez como magistrado.
Las actuaciones políticas del gobernador Fidel Herrera, confirman que sus sentimientos de agradecimiento son de saliva.
López Márquez, el gran salvador de su triunfo electoral, acaba de ser removido de la Procuraduría de Justicia, a la que llegó, no por deseos propios del gobernador, sino porque así convenía a los intereses de Fidel.
Se fue don Emeterio, como también lo hicieron antes otros grandes amigos del mandatario veracruzano, que lo apoyaron en sus tiempos difíciles de estudiante.
Por el desbarrancadero se fueron Leonor de la Miyar, Raúl Zarrábal y Gustavo Souza, el compadre de sus amores.
La gratitud es un valor indiscutible que debiera acompañar al hombre hasta el último día de su vida.
Y muchos de los forjadores de la carrera política del negro de la cuenca, o de sus colaboradores que los enorgullecía trabajar a su lado, han terminado siendo traicionados o engañados por Fidel.
Decepcionados aceptan la gran verdad que les quema:
Fidel no tiene amigos, sólo intereses.
A todos los usa, y cuando quiere los desecha.
Bueno, finalmente a nadie debe extrañar la actitud de agarra-pendejos del buen Fidel.
Es su máxima como amigo.
Algunos viejos recaudadores de las cuotas de alcaldes para el diputado o senador Herrera Beltrán, como Alberto Silva o Erick Lagos, siempre han vivido acongojados y con el santo en la boca, imaginando que un día serán corridos por su patrón, al que nunca le fallaron con los portafolios hasta la madre de dinero de los ayuntamientos.
¿Cambiará Fidel algún día sus mañas de farsante y traidor?
¿O usted qué opina?
Ante la ausencia del padre, desde niño tuvo que trabajar para ayudar en los gastos de su casa.
Sus primeros diez años los pasó vendiendo cocadas, en lugar de jugar como cualquier otro niño de su edad.
Como estudiante también vivió momentos difíciles por la falta de dinero, pero siempre encontró un alma piadosa que le tendió la mano, llevándolo a vivir a su casa o dándole un taco qué llevarse a la boca.
Niñez de carencias que cuando viene a su mente, no puede evitar que sus ojos humedezcan, principalmente hoy en día que es un hombre, inmensamente rico y acaudalado.
Lo tiene todo, dinero, poder y… compra o agarra para su uso personal, lo que le viene en gana.
Su fortuna económica crece cada día gracias a las grandes inversiones que tiene en el país y fuera de las fronteras nacionales.
Tentado por los negocios le ha entrado a muchos de éstos en diferentes ramas, en la industrial, portuaria y otras tantas.
Es tan grande su riqueza que en forma insistente busca ser entrevistado por la influyente revista Forbes, esa que clasifica a los hombres más ricos e influyentes del mundo.
Pero insisto, pese a su buena estrella, Fidel ha sufrido para llegar donde está, desde las zancadillas de sus mismos adversarios políticos, las críticas de ser un político mentiroso y traidor, o hasta de ser acusado por militantes del PAN de tener nexos con el narcotráfico.
Sin embargo, los momentos más miserables para el tío Fide, fueron los últimos días de septiembre de 2004, una vez pasadas las elecciones y cuando la Sala Electoral del Tribunal Superior de Justicia del estado, calificaba los comicios en los que él participó como candidato a gobernador por la Alianza Fidelidad por Veracruz.
Los magistrados Concepción Flores Aviaga, Ricardo Murga Contreras y Emeterio López Márquez, no se ponían de acuerdo y posponían el veredicto final de los resultados electorales.
Fidel, sufrió cada minuto, esperando ser ratificado vencedor de la contienda, y en consecuencia verse declararlo gobernador electo de Veracruz.
Los magistrados Murga (con tendencias panistas) y Flores Aviaga,(partidaria de Convergencia) dudaban en firmar dicha constancia de acreditación, es decir no validaban la elección del 5 de septiembre para gobernador.
Fue determinante la intervención del magistrado López Márquez, quien en forma valiente y heroica defendió el triunfo de Fidel, logrando convencer a don Ricardo y a doña Concepción.
El 30 de septiembre de 2004, terminó la angustia de Fidel al ser nombrado gobernador electo del estado para el periodo del 1 de diciembre de 2004 al 30 de noviembre de 2010.
En comentarios a sus amigos cercanos, Fidel siempre ha reconocido que los momentos más difíciles de la elección los vivió en la Sala Electoral del TSJ, al sentir que podrían anular la elección.
Y que por lo tanto, estaba eternamente agradecido con la actuación del licenciado Emeterio López Márquez como magistrado.
Las actuaciones políticas del gobernador Fidel Herrera, confirman que sus sentimientos de agradecimiento son de saliva.
López Márquez, el gran salvador de su triunfo electoral, acaba de ser removido de la Procuraduría de Justicia, a la que llegó, no por deseos propios del gobernador, sino porque así convenía a los intereses de Fidel.
Se fue don Emeterio, como también lo hicieron antes otros grandes amigos del mandatario veracruzano, que lo apoyaron en sus tiempos difíciles de estudiante.
Por el desbarrancadero se fueron Leonor de la Miyar, Raúl Zarrábal y Gustavo Souza, el compadre de sus amores.
La gratitud es un valor indiscutible que debiera acompañar al hombre hasta el último día de su vida.
Y muchos de los forjadores de la carrera política del negro de la cuenca, o de sus colaboradores que los enorgullecía trabajar a su lado, han terminado siendo traicionados o engañados por Fidel.
Decepcionados aceptan la gran verdad que les quema:
Fidel no tiene amigos, sólo intereses.
A todos los usa, y cuando quiere los desecha.
Bueno, finalmente a nadie debe extrañar la actitud de agarra-pendejos del buen Fidel.
Es su máxima como amigo.
Algunos viejos recaudadores de las cuotas de alcaldes para el diputado o senador Herrera Beltrán, como Alberto Silva o Erick Lagos, siempre han vivido acongojados y con el santo en la boca, imaginando que un día serán corridos por su patrón, al que nunca le fallaron con los portafolios hasta la madre de dinero de los ayuntamientos.
¿Cambiará Fidel algún día sus mañas de farsante y traidor?
¿O usted qué opina?
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