RUDEZAS INECESARIAS

El gobernador de Veracruz anda navegando en aguas pantanosas.
Fidel Herrera sabe del peligro, pero insiste en alentar la confrontación con el gobierno federal.
El fin de semana arremetió otra vez contra el presidente Felipe Calderón, y la respuesta que pudieran enviarle desde Los Pinos, es considerada de pronósticos reservados, por algunos analistas políticos.
Los enemigos del joven mandatario veracruzano pueden acusarlo de todo, menos de ser aprendiz en el arte de la política.
Mi amigo Fidel es un viejo zorro que aprendió a tragar sapos sin hacer gestos, y pareciera que está dando señales de hartazgo, o al menos que esté siendo víctima de la enfermedad que ataca a los perros viejos, que van perdiendo el olfato conforme se van haciendo más viejos.
Y en política el que no tiene olfato, carece de visión.
Decirle “sus errores” al jefe de las instituciones federales, es un señalamiento jamás perdonado en la época del presidencialismo autoritario, ejercido a través del otrora poderoso Partido Revolucionario Institucional.
Pobre de aquel insubordinado que se atrevía a desafiar al presidente de la república; un gobernador interino de Veracruz, tuvo la mala fortuna de sufrir los estragos.
Muy por aparte de representar los intereses de otro partido político, Herrera Beltrán siempre ha sido respetuoso de la investidura presidencial, por lo que a muchos desconcierta la actitud retadora del político cuenqueño.
Y no hay otra razón poderosa que la motive que no sea la desesperación por la falta de recursos económicos, que tanta falta le hace al gobierno Fidelista para liquidar deudas que vienen arrastrando desde el año pasado a por lo menos 900 contratistas quienes, por adelantado, cumplieron con entregar al recaudador oficial el diezmo requerido.
Es tan grave la escasez de circulante en la administración estatal, que han recurrido a retener, para uso personal, la entrega de participaciones federales a varios ayuntamientos priístas, en los que despachan alcaldes “amigos que aguantan vara”, como es el caso de Veracruz que prefiere no hacer obras que a “enemistarse con el gobernador”.
Desde hace tres meses el presidente municipal de Veracruz, Jon Remetería, anunció en su informe de sus primeros “Cien Días de Actividades”, erogaciones de dinero que hasta la fecha no ha efectuado.
Como ejemplo para ilustrar el comentario, está la suspensión del pago de los 50 millones de pesos en becas escolares, que el ayuntamiento jarocho dio como entregados en 5 millones de panfletos que mandó a imprimir para regalar a la ciudadanía.
Y al igual que el exsecretario de salud, otros alcaldes de importantes ciudades del estado que llegaron a la presidencia cobijados por la Alianza Fidelidad por Veracruz, están viviendo el mismo drama de la retención, y no les queda otra que guardar silencio.
Ya salió el peine del porqué el deseo de recuperar municipios importantes que estaban en manos de la oposición, y el deseo de imponer incondicionales en las tesorerías y en las direcciones de obras públicas.
Pero de los “alcaldes cuates que aguantan vara”, no alcanzará para cubrir todos los gastos de la Fidelidad, mucho menos los que ocasiona el culto a la personalidad.
Por ello, el hecho que le tengan cerrada la llave de los recursos federales es una ofensa para el gobernador Herrera, que parece ya no estar dispuesto a permitirlo.
No pudo aguantarse más y soltó sus rabietas acusatorias contra el presidente Calderón, de quien dijo, “debe preocuparse por la reforma energética, los empleos y la seguridad, antes que andar pensando en julio 5 de 2009”.
Palabras que, opinan muchos cercanos colaboradores cercanos a Fidel, pudieran revertírsele al gobernador, porque esos temas que él cuestiona, en Veracruz estamos para llorar.
Y quien lo dude, que le pregunten a una madre que perdió a su hijo en la frontera de estados Unidos, por la falta de empleos en su estado. O una familia que sufrió el secuestro o levantón del padre de familia, a causa de la inseguridad.
El objetivo de Fidel pareciera ser buscar hacer ruido en el escenario nacional, del que dicen es un verdadero desconocido, y que mejor acusando al presidente de no estar cumpliendo con sus responsabilidad de gobernar, y dejar de andar promocionando a su partido Acción Nacional.
La reacción de Los Pinos a los exabruptos de Fidel, según dicen los panistas, no tardará en llegar. O bien lo llama su amigo Juan Camilo Mouriño para “calmarlo”, o terminan de congelarlo económica y políticamente los 2 años 6 meses que restan a su gobierno.

ECLIPSARON LA FIESTA DE YUNES

Habían anunciado que sería todo un acontecimiento político en la ciudad de Xalapa, con un recorrido de la Plaza Lerdo hasta la sede estatal del Comité Directivo Estatal del PAN; con mariachis y batucadas; en fin un evento digno de quien desde la mañana de ayer es militante activo del Partido Acción Nacional.
Pero no fue así, sabedores de la magna concentración política que tendría el gobernador Fidel Herrera con motivo del fortalecimiento de su Plan Veracruzano de Desarrollo 2005-2010, los panistas se llevaron su fiesta al municipio de Boca del Río.
Otra vez será, porque el de ayer domingo no fue el día que esperaba Miguel Angel Yunes Linares.
Con todos los medios informativos reunidos en el Museo del Transporte, ni quien viajara al feudo gobernado por los Yunes.
Y todavía como pilón el mensaje del gobernador, escuchado por los priístas, pero dirigido al corazón del ISSSTE:
-“Ni vísperas anticipadas, ni activismos desbocados fuera de tiempos; y a quienes lo hagan, alguien les marcará el fuera de lugar y la expulsión. Y eso sólo les sucede a los desesperados, a los que no tienen rumbo ni ruta”.
No hay dudas, el enfrentamiento continúa.
El enfrentamiento con el gobierno federal podrá ser por el hartazgo de tantos sapos devorados en 34 años de actividad política, o por el padecimiento del mal del perro viejo, pero lo que sí queda claro es que la perversidad y el oportunismo políticos, siguen en el crisol.
¿O usted qué opina?