El fin de semana hubo una fiesta familiar en una conocida residencia del fraccionamiento Costa de Oro, de Boca del Río.
Festejar a la hija de un controvertido abogado porteño que presentó examen profesional de la carrera que había estudiado, fue el motivo de la reunión.
Al convivio familiar se dio cita la “crema y nata” de la sociedad jarocha, además de muchas “amistades” del padre de la festejada.
Los invitados de honor fueron el gobernador Fidel Herrera y su antecesor Miguel Alemán Velasco, acompañado de su eterno chofer, Alejandro Montano Guzmán.
Los alrededores de la residencia estaban a reventar por tantos vehículos Mercedes Benz y BMW, estacionados sobre las banquetas de las casas contiguas, la gran mayoría de éstos blindados.
Adentro de los carros lujosos se encontraban los choferes y guardaespaldas de los personajes del quehacer político, metidos también al mundo mágico de los negocios, cuyo giro no viene al caso decirlo para no caer en agresiones, aun cuando entre los asistentes hubo alguien que irónicamente bromeó con otro diciendo, “aquí hay como mil años de cárcel juntos”.
De acuerdo a informes filtrados por grupos policiacos de la zona, entre los choferes y guaruras de los que adentro de la residencia compartían vinos selectos de mesa, whisky y coñac, hacían un grupo gigantesco de más de cien elementos.
Cantidad numérica de extraños que alarmó y alertó a los vecinos del lugar, quienes por temor pidieron la intervención de los cuerpos de seguridad de Veracruz y Boca del Río.
En sus llamadas de auxilio los quejosos aseguraban que todos los sospechosos, “eran mal encarados y portaban armas de grueso calibre, de esas conocidas como de uso exclusivo de las fuerzas armadas”.
El miedo de los vecinos del licenciado en derecho, salido a la fama pública por defender a personajes del mundo del hampa, no era para menos.
Hace no mucho tiempo habían tenido como vecino al narcotraficante Beto Quintero Meraz, buscado por la CIA, el FBI y todas las policías mexicanas, sin poder dar con su paradero, y ellos, al igual que el entonces gobernador Miguel Alemán Velasco, lo tuvieron cuatro años casi frente a sus narices. Hasta que un general del ejército, intrigado por los carros de lujo con blindaje seis que veía estacionados en sus recorridos de caminata matutina, iniciara una investigación del domicilio, que terminó meses después con la captura del narcotraficante.
Mientras disfrutó de la protección y complicidad de autoridades policiacas del gobierno alemanista, El Beto organizó tremendas pachangas “hasta el amanecer ” en su residencia de Costa de Oro. La música del mariachi y la grupera, convertían en insomnio las noches de sueño de sus vecinos.
Por esas nada gratas experiencias vividas al haber tenido un “vecino incómodo” que todas las policías del mundo querían echarle el guante, los residentes del lujoso fraccionamiento ubicado a orillas del mar, se alertaron al ver, otra vez junto a sus casas, un chingo de cabrones armados custodiando los lujosos carros blindados de sus jefes.
Los que se llevaron la noche de la fiesta fueron el mandatario veracruzano Fidel Herrera y su “maestro” Miguel Alemán Velasco, quienes, al viejo estilo de la “familia está de acuerdo”, llevaron a la festejada sendas prendas de oro de 24 kilates, bañadas de preciosas piedras de diamantes.
El ahora empresario aeronáutico dueño de la línea Inter-Jet, aprovechó el nuevo encuentro con Herrera Beltrán, para recordarle las candidaturas a diputados federales plurinominales de su hijo Miguel Alemán Magnani y de su chofer Alejandro Montano Guzmán.
El tío Fide, reiteró su compromiso político con el exgobernador Alemán de regalarle esas dos posiciones, una por Boca del Río y otra por Veracruz.
CONVERGENCIA Y LA FIDELIDAD
El gobernador Fidel Herrera y el senador convergente Dante Delgado, parecen estar en la misma sintonía política y empresarial. Aliados para conservar la gubernatura y hacer más dinero sacándole jugo a la investidura. El cordobés es un experto en los negocios, quien no recuerda la Cementera familiar que le costó la cárcel al dejar la gubernatura .
Y Fidel, no canta mal las rancheras, sigue sus pasos, la cementera de Apazapan, tiene huellas visibles que lo involucran.
Irán juntos con sus partidos PRI y Convergencia en la contienda del 2010, en un intento por desbaratar a quien ellos llaman “Chucky el diabólico”.
Pero todo indica que también desean ir de la mano en el negocio de la “tercera vía”, que el gobernador Herrera propone al presidente Calderón, como alternativa para alcanzar la reforma energética.
El senador Delgado reclama a Fidel su participación, porque dice que fue él quien diseñó “Petrover”, que contempla la creación de empresas privadas que se asocien con PEMEX para explorar aquellos pozos petroleros que están abandonados, que es justo lo que pide el gobernador veracruzano.
Por lo pronto el buen Fidel, que a decir verdad, me ha impresionado por ese olfato que tiene para hacer negocios, se dice listo con su empresa “Veratec” para lo que pueda obtener de su petición “tercera vía”.
El prestanombres se llama ¿….?
Lo dejamos para la próxima entrega.
¿O usted qué opina?
Festejar a la hija de un controvertido abogado porteño que presentó examen profesional de la carrera que había estudiado, fue el motivo de la reunión.
Al convivio familiar se dio cita la “crema y nata” de la sociedad jarocha, además de muchas “amistades” del padre de la festejada.
Los invitados de honor fueron el gobernador Fidel Herrera y su antecesor Miguel Alemán Velasco, acompañado de su eterno chofer, Alejandro Montano Guzmán.
Los alrededores de la residencia estaban a reventar por tantos vehículos Mercedes Benz y BMW, estacionados sobre las banquetas de las casas contiguas, la gran mayoría de éstos blindados.
Adentro de los carros lujosos se encontraban los choferes y guardaespaldas de los personajes del quehacer político, metidos también al mundo mágico de los negocios, cuyo giro no viene al caso decirlo para no caer en agresiones, aun cuando entre los asistentes hubo alguien que irónicamente bromeó con otro diciendo, “aquí hay como mil años de cárcel juntos”.
De acuerdo a informes filtrados por grupos policiacos de la zona, entre los choferes y guaruras de los que adentro de la residencia compartían vinos selectos de mesa, whisky y coñac, hacían un grupo gigantesco de más de cien elementos.
Cantidad numérica de extraños que alarmó y alertó a los vecinos del lugar, quienes por temor pidieron la intervención de los cuerpos de seguridad de Veracruz y Boca del Río.
En sus llamadas de auxilio los quejosos aseguraban que todos los sospechosos, “eran mal encarados y portaban armas de grueso calibre, de esas conocidas como de uso exclusivo de las fuerzas armadas”.
El miedo de los vecinos del licenciado en derecho, salido a la fama pública por defender a personajes del mundo del hampa, no era para menos.
Hace no mucho tiempo habían tenido como vecino al narcotraficante Beto Quintero Meraz, buscado por la CIA, el FBI y todas las policías mexicanas, sin poder dar con su paradero, y ellos, al igual que el entonces gobernador Miguel Alemán Velasco, lo tuvieron cuatro años casi frente a sus narices. Hasta que un general del ejército, intrigado por los carros de lujo con blindaje seis que veía estacionados en sus recorridos de caminata matutina, iniciara una investigación del domicilio, que terminó meses después con la captura del narcotraficante.
Mientras disfrutó de la protección y complicidad de autoridades policiacas del gobierno alemanista, El Beto organizó tremendas pachangas “hasta el amanecer ” en su residencia de Costa de Oro. La música del mariachi y la grupera, convertían en insomnio las noches de sueño de sus vecinos.
Por esas nada gratas experiencias vividas al haber tenido un “vecino incómodo” que todas las policías del mundo querían echarle el guante, los residentes del lujoso fraccionamiento ubicado a orillas del mar, se alertaron al ver, otra vez junto a sus casas, un chingo de cabrones armados custodiando los lujosos carros blindados de sus jefes.
Los que se llevaron la noche de la fiesta fueron el mandatario veracruzano Fidel Herrera y su “maestro” Miguel Alemán Velasco, quienes, al viejo estilo de la “familia está de acuerdo”, llevaron a la festejada sendas prendas de oro de 24 kilates, bañadas de preciosas piedras de diamantes.
El ahora empresario aeronáutico dueño de la línea Inter-Jet, aprovechó el nuevo encuentro con Herrera Beltrán, para recordarle las candidaturas a diputados federales plurinominales de su hijo Miguel Alemán Magnani y de su chofer Alejandro Montano Guzmán.
El tío Fide, reiteró su compromiso político con el exgobernador Alemán de regalarle esas dos posiciones, una por Boca del Río y otra por Veracruz.
CONVERGENCIA Y LA FIDELIDAD
El gobernador Fidel Herrera y el senador convergente Dante Delgado, parecen estar en la misma sintonía política y empresarial. Aliados para conservar la gubernatura y hacer más dinero sacándole jugo a la investidura. El cordobés es un experto en los negocios, quien no recuerda la Cementera familiar que le costó la cárcel al dejar la gubernatura .
Y Fidel, no canta mal las rancheras, sigue sus pasos, la cementera de Apazapan, tiene huellas visibles que lo involucran.
Irán juntos con sus partidos PRI y Convergencia en la contienda del 2010, en un intento por desbaratar a quien ellos llaman “Chucky el diabólico”.
Pero todo indica que también desean ir de la mano en el negocio de la “tercera vía”, que el gobernador Herrera propone al presidente Calderón, como alternativa para alcanzar la reforma energética.
El senador Delgado reclama a Fidel su participación, porque dice que fue él quien diseñó “Petrover”, que contempla la creación de empresas privadas que se asocien con PEMEX para explorar aquellos pozos petroleros que están abandonados, que es justo lo que pide el gobernador veracruzano.
Por lo pronto el buen Fidel, que a decir verdad, me ha impresionado por ese olfato que tiene para hacer negocios, se dice listo con su empresa “Veratec” para lo que pueda obtener de su petición “tercera vía”.
El prestanombres se llama ¿….?
Lo dejamos para la próxima entrega.
¿O usted qué opina?
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