El cese fulminante de Santiago Creel como coordinador de los senadores del PAN, ordenado por el presidente Felipe Calderón, traerá tempestades huracanadas, victimando a futuros miembros del partido fundado por Gómez Morín.
Mis fuentes en la capital de país confirmaron que el detonador decisivo de su remoción, tiene que ver con la exhibición de sus amoríos extramaritales, desventuras y cochinadas no permitidas ni perdonadas entre los panistas de cepa.
Que no son otra cosa que cínicos practicantes de una doble moral; por un lado, con la mano izquierda se persignan, y con la derecha se roban el dinero del pueblo.
El ejemplo del hombre de las botas no deja de ser elocuente; ante los ojos del pueblo mexicano aparecía hincado en una iglesia mostrando cara de inocencia, y resultó peor de sinvergüenza que los priístas que tanto criticó.
El fracaso de Creel como defensor de la propuesta energética del presidente Calderón, sirvió de pretexto para lincharlo y cortarle la cabeza como líder de la bancada panista en el Senado de la república.
Diputados y senadores, compañeros de partido de Creel, han manifestado su desacuerdo con los métodos arrogantes y prepotentes usados por el dirigente panista Germán Martínez Cázares, para destituir al exsecretario de Gobernación.
Todos ellos saben que la causa principal del derrocamiento, fue haber aceptado públicamente su relación con la actriz Edith González, con la que procreó una hija.
Y han amenazado que si de actitudes morales se trata, entonces exigirán que esos principios sean cumplidos, sin excepción alguna, por todos los militantes de Acción Nacional, principalmente por aquellos que han anunciado su integración o adhesión a la institución política en los días venideros.
Nos llama la atención esa advertencia, en virtud que muchos de quienes la promueven y demandan, son legisladores veracruzanos, opuestos a la eventual candidatura de Miguel Ángel Yunes Linares, al gobierno del estado.
Pero, ¿Porqué Yunes?
Para no hablar de memorias, sacan a colación aquel caso de pederastas en que se vio involucrado y que, de acuerdo a la Averiguación Previa 7431/2003, las autoridades del Gobierno de Quintana Roo, encontraron elementos contundentes que lo señalaban como integrante del clan del turco Jean Succar Kuri.
Miguel Angel Yunes, siempre negó la acusación e incluso aseguró no conocer al libanés, dueño de las Villas Solymar, en Cancún, en las que ofrecían paquetes promocionales a turistas mexicanos y extranjeros, que incluían habitación-playa y sexo con menores de edad.
Sin embargo, testigos echan abajo su declaración, confirmando que Yunes llegaba a las playas de Cancún, y atracaba su lujoso yate frente al emporio hotelero de Succar Kuri, a quien conoció 20 años atrás, cuando era director de Aeropuertos y Servicios del gobierno mexicano.
Los panistas que no aceptan al actual director del ISSSTE como inminente candidato de su partido a la gubernatura de Veracruz, han encontrado el pretexto o argumento ideal para contrarrestar la obsesión del turco Yunes.
Se cuestionan los amigos y simpatizantes de la candidatura de Buganza, que si Santiago Creel cometió un pecado con haber tenido una relación amorosa fuera del hogar, cómo debe entenderse la presunta pederastia de Yunes.
Y se preguntan:
-¿Qué es más grave?
Por la forma en que pudieran estar manejándose los enemigos de Yunes, seguro estoy que detrás de ellos, hay una mano que mece la cuna.
Principalmente porque en sus comentarios manejan información no dada a conocer, ni siquiera en el libro Los Demonios del Edén, de la periodista Lydia Cacho, en el que denuncia a esa perversa y maniática red de pederastas, participantes en sesiones de prostitución y pornografía infantil.
Para la Procuraduría General de la República, la acusación contra Yunes, está archivada desde 2004, pero no para los panistas del estado de Veracruz quienes, con el caso de Santiago Creel, ven la mejor de las oportunidades para desempolvarlo y exhibir al delfín del presidente Calderón rumbo al gobierno de Veracruz.
Sin lugar a dudas, el camino para el choleño no parece fácil, sobre todo si los propios panistas a los que desea representar en las elecciones de 2010, comparan su presunta adicción a las infantes, con la paternidad del enamorado de Creel.
Todos contra la pared porque los demonios andan sueltos.
¿O usted qué opina?
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