EL VERDADERO ROSTRO DE LOS GUTIÉRREZ DE VELASCO

Son realmente verdaderos parásitos, comparados con el ciudadano que todos los días lucha por sobrevivir por cuenta propia.
Nacieron en medio de pañales de seda, compraron títulos para decirse profesionales, nunca han trabajado, son buenos para nada.
Todo se los dio papi.
Esos podrían ser parte de los antecedentes familiares de encumbradas familias del puerto jarocho, cuyas riquezas financieras que ostentan fueron acumuladas por sus ancestros, gracias a la complicidad con gobernadores y presidentes municipales que les otorgaban toda la obra pública.
Los Gutiérrez de Velasco, fueron unos de los pocos, que de la noche a la mañana, se convirtieron en los ricos de Veracruz por la preferencia que hacia ellos tenían las autoridades estatales, como el desaparecido gobernador Marco Antonio Muñoz.
Pese a recibirlo todo del estado, los patriarcas no participaban en actividades políticas, ellos estaban en lo suyo que era hacer dinero.
Y fue tanta la riqueza que lograron amasar que todas las generaciones por venir no tienen la necesidad de trabajar.
Sin embargo, a los herederos los venció el gusanito y no soportaron la curiosidad de participar.
La incursión en política empezó con el extinto Alfonso Gutiérrez de Velasco, fundador del panismo en el estado de Veracruz.
En 1998 fue invitado por el gobernador Miguel Alemán Velasco, para hacerse cargo de la Secretaría de Comunicaciones, cargo del que fuera despedido cuando cometió el primer error en la responsabilidad pública encomendada.
Antes de la muerte de Alfonso, algunos de sus hijos y sobrinos se sintieron con los dotes para entrar a la política, no con fines de servicio sino, para servirse.
El primero de ellos fue su sobrino José Ramón Gutiérrez de Velasco, quien llevado de la mano por el alcalde Francisco Ávila Camberos, alcanzó la presidencia del puerto de Veracruz.
Para los jarochos, el de de la Joserra fue el cuatrienio de gobierno ( 2001-20004) más corrupto en la historia del primer municipio de América en tierra firme.
Le siguió su primo Francisco Gutiérrez de Velasco Hoyo, hijo de Alfonso, como alcalde del ayuntamiento de Boca del Río, en el periodo 2005-2007.
La administración del vástago del creador del PAN en Veracruz, resultó peor a la que encabezó la Joserra en el puerto…corrupción, escándalos de enriquecimiento y abusos de autoridad, fueron el signo de la casa.
Los habitantes de Boca del Río no olvidan los viajes de placer de Pancho por Europa con cargo a sus impuestos, tampoco sus fantasías de construir en su mandato un tren ligero que comunicara Veracruz con el municipio boqueño.
Tampoco que a cuenta del erario público pagara 2 millones de pesos para construirle una estatua al expresidente Vicente Fox, que los propios ciudadanos, ayudados por la pandilla Fidelista, derribaran como muestra de descontesto.
Y lo que nunca perdonarán a Francisco Gutiérrez de Velasco, es que haya saqueado las arcas del municipio, y que para pagar deudas de su gobierno recurriera a vender tres terrenos propiedad del pueblo de Boca del Río.
Para obtener el permiso de venta de la legislatura estatal, el entonces alcalde boqueño tuvo que hincársele al gobernador Fidel Herrera.
Tres veces, en forma consecutiva, la diputada Carolina Gudiño recibió la orden del gobernador de “sacar de la orden del día” el asunto de los terrenos de Boca del Río.
Hasta que no escuchó a un Francisco Gutiérrez de Velasco, desesperado y lloriqueando, suplicarle que autorizara la venta de los terrenos, Fidel no dio linea a sua marionetas del Congreso local.
El llanto del presidente municipal de Boca del Río, era entendible.
Su sucesor, Miguel Ángel Yunes Márquez, había advertido que si recibía deudas sospechosas, metería a la cárcel a los responsables.
Y los 55 millones de pesos que le urgían a Pancho, eran precisamente para saldar empréstitos dudosos.
Finalmente el gobernador lo salvó de ir a prisión, y esa es una deuda que hoy el Fidelismo está cobrándole.
En suma.
Francisco Gutiérrez de Velasco Urtaza ha sido el peor de los alcaldes de Boca del Río en los últimos 30 años.
Los habitantes de esa conurbación, desearían quemarlo vivo.
Pero hoy, fingiendo demencia y pretendiendo hacerse el vivo con el pueblo de Boca del Río que defraudó, se atreve a inscribirse como candidato a diputado federal.
Quienes conocen su historia de farsante que también causó daño a la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción que agarró como plataforma para buscar la alcaldía, no dudan que ahora esté al servicio del gobernador Fidel Herrera, como pago al favor recibido en los últimos días de su mandato.
Y no es para menos.
La cuenta pública de 2007 de su gobierno municipal, presenta graves inconsistencias de un posible quebranto patrimonial superior a los 500 millones de pesos.
Atacar al adversario político de Fidel, podría ser el pago al peculado cometido en su trienio.
¿O usted qué opina?