Donde chillan está el muerto, reza el adagio popular.
Y eso es lo que en efecto está ocurriendo con los alcaldes veracruzanos, esos que hoy andan llorando y con el moco en la nariz rogándole al gobernador los ayude porque no tienen dinero en sus ayuntamientos.
De verdad, no tienen vergüenza ni conocen el cinismo los presidentes municipales del estado que se atreven a vestirse de limosneros con tal de que Fidel Herrera se compadezca de ellos y autorice les libere recursos de los fondos del gobierno del estado.
En días pasados el mandatario veracruzano exhortó a los munícipes chillones a que se despojaran de sus poses de mendigos, y en cambio se pusieran a trabajar con estricto manejo de los recursos del pueblo.
Pero el daño patrimonial a las tesorerías municipales en los primeros 18 meses de administración de los actuales alcaldes, ya está hecho.
Dicen los pillos presidentes municipales que “no tenemos ni para pagar las nóminas quincenales de los empleados, estamos en bancarrota”.
Y como el hilo siempre se rompe por lo más delgado, cientos de padres y madres de familia con miserables salarios de tres y cuatro mil pesos mensuales, han sido lanzados a la calle, argumentando disminuir las rayas municipales.
Yo pregunto a esos vivales mequetrefes que despachan como autoridades municipales que llegaron al cargo por la compra de votos…
¿ Porqué siempre darle en la madre a quienes representan el único sustento de niños y niñas inocentes, y que apenas les alcanza para mal alimentarlos y comprarles lápices y cuadernos para que acudan a las escuelas?
De verdad, no se vale.
Porqué mejor no disminuyen los insultantes salarios de 100, 150 y hasta 200 mil pesos mensuales de los altos funcionarios de municipales, buenos para nada, que sólo llegan a los ayuntamientos para enriquecerse.
Y a esa bola de rateros, tenemos que agregarle todavía a sus familiares, compadres, amigos y amantes de los hombres del poder en las comunas, quienes también cobran sueldos de 30 y 50 mil pesos como integrantes de las fuerzas aéreas de los ayuntamientos.
Sobran ejemplos de ladrones de cuello blanco que hoy se les ve de pordioseros diciéndole al gobernador que no tienen dinero en sus tesorerías municipales.
Uno de ellos es el alcalde de Xalapa, David Velasco Chedraui, quien dice solicitó préstamo de 50 millones de pesos al Banco Nacional de Obras y Servicios (BANOBRAS), dizque para terminar obras iniciadas, pero que de las cuales ni siquiera han pegado un centímetro de cemento o chapopote.
Por favor, a quien quiere engañar ese niño nacido en pañales de seda que no sabe del dolor de los xalapeños que nada tienen, y a quienes embaucó prometiéndoles honradez, trabajo y servicios públicos.
Todos los días las principales calles de la capital del estado y como centro de reunión la Plaza Lerdo, son blancos de protesta de colonos y ciudadanos decepcionados de la primera autoridad municipal, a quien han osado llamar el “mandiles”, con eso que dicen, lo manda la señora Mariana Murguía.
Se sabe que por decisión de la esposa del alcalde Velasco, el padre de ésta, Enrique Murguía, sin trabajar cobra jugoso salario en la dirección de Obras Públicas del ayuntamiento. Sin embargo parece ser que al suegro del munícipe no le alcanza para cubrir sus adeudos que tiene en el edificio Aguilar, que habita con su esposa Hilda Fernández, y de donde sus vecinos quisieran fulminarlo por prepotente y arbitrario.
Muy grande le quedó el cargo de presidente municipal al empresario David Velasco Chedraui. La ciudad está convertida en un verdadero desastre, y a eso hay que agregarle las pillerías de los agentes de tránsito municipal a cargo de Edmundo Martínez Zaleta, mejor conocido en Xalapa como el “Muerto” y en su natal Papantla como “La loba”.
Todos los días son decenas de ciudadanos estafados y mordisqueados por los voraces patrulleros y motociclistas al servicio del ex alcalde de Papantla, quienes dicen que si se han convertido en atracadores de los automovilistas, es por las altas cuotas que les pide el “Muerto”.
En fin, pobre Xalapa, y lo peor es que el gobernador Fidel Herrera, no quiere entender que se equivocó con David Velasco.
El puerto de Veracruz, es otro caso lamentable de ineptitud, corrupción, abuso de autoridad y tráfico de influencias.
Jon Rementería Sempé, el Secretario de Salud en los primeros tres años del Fidelismo, resultó un verdadero pobre diablo, que no decide ni siquiera el nombre de la empleada doméstica de su casa..
En el ayuntamiento jarocho mandan su esposa Patricia Coello y su hermano Abelardo Coello.
El cuñado, aunque incómodo, es el que decide y opera todo en la comuna porteña; desde quien ingresa a trabajar, hasta los nombres de los principales contratistas beneficiados con las millonarias obras fantasmas que se realizan en la ciudad.
Por lo consiguiente, Veracruz puerto, está peor que cuando era gobernado por José Ramón Gutiérrez de Velasco, mejor conocido en la zona conurbada como el “Súper Ratón”
Qué pena por nuestro querido estado.
Sus principales ciudades brillan por la corrupción, el despilfarro y el olvido en que las mantienen sus autoridades municipales.
No se duda que David Velasco Chedraui y su suegro, en Xalapa; Jon Remetería y su cuñado, en Veracruz, o un Marcelo Montiel Montiel, con sus tres o cuatro constructoras en Coatzacoalcos, sean hoy los alcaldes más ricos del trienio.
Pero en el colmo de la desfachatez, dicen no tener dinero en sus arcas municipales y pegan de gritos para que Fidel los salve..
Yo le pregunto a mi amigo Fidel Herrera…
¿Serás capaz de meter tus manos al cochinero?
¿O usted qué opina?
Y eso es lo que en efecto está ocurriendo con los alcaldes veracruzanos, esos que hoy andan llorando y con el moco en la nariz rogándole al gobernador los ayude porque no tienen dinero en sus ayuntamientos.
De verdad, no tienen vergüenza ni conocen el cinismo los presidentes municipales del estado que se atreven a vestirse de limosneros con tal de que Fidel Herrera se compadezca de ellos y autorice les libere recursos de los fondos del gobierno del estado.
En días pasados el mandatario veracruzano exhortó a los munícipes chillones a que se despojaran de sus poses de mendigos, y en cambio se pusieran a trabajar con estricto manejo de los recursos del pueblo.
Pero el daño patrimonial a las tesorerías municipales en los primeros 18 meses de administración de los actuales alcaldes, ya está hecho.
Dicen los pillos presidentes municipales que “no tenemos ni para pagar las nóminas quincenales de los empleados, estamos en bancarrota”.
Y como el hilo siempre se rompe por lo más delgado, cientos de padres y madres de familia con miserables salarios de tres y cuatro mil pesos mensuales, han sido lanzados a la calle, argumentando disminuir las rayas municipales.
Yo pregunto a esos vivales mequetrefes que despachan como autoridades municipales que llegaron al cargo por la compra de votos…
¿ Porqué siempre darle en la madre a quienes representan el único sustento de niños y niñas inocentes, y que apenas les alcanza para mal alimentarlos y comprarles lápices y cuadernos para que acudan a las escuelas?
De verdad, no se vale.
Porqué mejor no disminuyen los insultantes salarios de 100, 150 y hasta 200 mil pesos mensuales de los altos funcionarios de municipales, buenos para nada, que sólo llegan a los ayuntamientos para enriquecerse.
Y a esa bola de rateros, tenemos que agregarle todavía a sus familiares, compadres, amigos y amantes de los hombres del poder en las comunas, quienes también cobran sueldos de 30 y 50 mil pesos como integrantes de las fuerzas aéreas de los ayuntamientos.
Sobran ejemplos de ladrones de cuello blanco que hoy se les ve de pordioseros diciéndole al gobernador que no tienen dinero en sus tesorerías municipales.
Uno de ellos es el alcalde de Xalapa, David Velasco Chedraui, quien dice solicitó préstamo de 50 millones de pesos al Banco Nacional de Obras y Servicios (BANOBRAS), dizque para terminar obras iniciadas, pero que de las cuales ni siquiera han pegado un centímetro de cemento o chapopote.
Por favor, a quien quiere engañar ese niño nacido en pañales de seda que no sabe del dolor de los xalapeños que nada tienen, y a quienes embaucó prometiéndoles honradez, trabajo y servicios públicos.
Todos los días las principales calles de la capital del estado y como centro de reunión la Plaza Lerdo, son blancos de protesta de colonos y ciudadanos decepcionados de la primera autoridad municipal, a quien han osado llamar el “mandiles”, con eso que dicen, lo manda la señora Mariana Murguía.
Se sabe que por decisión de la esposa del alcalde Velasco, el padre de ésta, Enrique Murguía, sin trabajar cobra jugoso salario en la dirección de Obras Públicas del ayuntamiento. Sin embargo parece ser que al suegro del munícipe no le alcanza para cubrir sus adeudos que tiene en el edificio Aguilar, que habita con su esposa Hilda Fernández, y de donde sus vecinos quisieran fulminarlo por prepotente y arbitrario.
Muy grande le quedó el cargo de presidente municipal al empresario David Velasco Chedraui. La ciudad está convertida en un verdadero desastre, y a eso hay que agregarle las pillerías de los agentes de tránsito municipal a cargo de Edmundo Martínez Zaleta, mejor conocido en Xalapa como el “Muerto” y en su natal Papantla como “La loba”.
Todos los días son decenas de ciudadanos estafados y mordisqueados por los voraces patrulleros y motociclistas al servicio del ex alcalde de Papantla, quienes dicen que si se han convertido en atracadores de los automovilistas, es por las altas cuotas que les pide el “Muerto”.
En fin, pobre Xalapa, y lo peor es que el gobernador Fidel Herrera, no quiere entender que se equivocó con David Velasco.
El puerto de Veracruz, es otro caso lamentable de ineptitud, corrupción, abuso de autoridad y tráfico de influencias.
Jon Rementería Sempé, el Secretario de Salud en los primeros tres años del Fidelismo, resultó un verdadero pobre diablo, que no decide ni siquiera el nombre de la empleada doméstica de su casa..
En el ayuntamiento jarocho mandan su esposa Patricia Coello y su hermano Abelardo Coello.
El cuñado, aunque incómodo, es el que decide y opera todo en la comuna porteña; desde quien ingresa a trabajar, hasta los nombres de los principales contratistas beneficiados con las millonarias obras fantasmas que se realizan en la ciudad.
Por lo consiguiente, Veracruz puerto, está peor que cuando era gobernado por José Ramón Gutiérrez de Velasco, mejor conocido en la zona conurbada como el “Súper Ratón”
Qué pena por nuestro querido estado.
Sus principales ciudades brillan por la corrupción, el despilfarro y el olvido en que las mantienen sus autoridades municipales.
No se duda que David Velasco Chedraui y su suegro, en Xalapa; Jon Remetería y su cuñado, en Veracruz, o un Marcelo Montiel Montiel, con sus tres o cuatro constructoras en Coatzacoalcos, sean hoy los alcaldes más ricos del trienio.
Pero en el colmo de la desfachatez, dicen no tener dinero en sus arcas municipales y pegan de gritos para que Fidel los salve..
Yo le pregunto a mi amigo Fidel Herrera…
¿Serás capaz de meter tus manos al cochinero?
¿O usted qué opina?
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