Cuesta trabajo decirlo, pero pareciera que buscan llevar a México al colapso del desastre nacional.
Todo indica que el gobierno de Felipe Calderón, en respuesta revanchista por el repudio popular a su partido el 5 de julio, busca que los mexicanos mueran de angustia, zozobra y terror, antes que de hambre, a la que los ha llevado su miserable política económica ante la falta de empleos.
La respuesta del secretario de Gobernación Fernando Gómez-Mont a los integrantes de las bandas delictivas del estado de Michoacán, ha sido criticada por todos los sectores del país, y censurada por la comunidad internacional.
Y no es para menos.
El hecho que el responsable de la política interna del país, rete a las bandas de la delincuencia organizada asentadas en el estado de Michoacán, representa poner en riesgo de seguridad nacional a todos los mexicanos en general.
Decirles a los mafiosos que “aquí los esperamos, sólo que no se metan con los ciudadanos”, es una locura, es un llamado a guerra, donde los delincuentes no respetarán credos, clases sociales, o sin hombres, mujeres, o niños los que se les atraviesen.
¿O acaso el señor Gómez-Mont, se despojará de sus finos trajes de corte inglés, o tirará sus burocráticos títulos de gloria como abogado, para vestirse con chalecos antibalas y enfundarse pistolas y metralletas, en defensa de los mexicanos?
Claro que no, Gómez-Mont será el primero en esconderse cuando llegue la respuesta criminal.
Qué fácil es llamar a la guerra, sin saber siquiera el verdadero significado del amor a México y la solidaridad a sus compatriotas.
Los habitantes de Michoacán, principalmente los de economía baja y media que luchan todos los días por llevar qué comer a sus hogares; los que no gozan de los privilegios de la política, es decir los que no son de la clase ostentosa de Gómez-Mont, andan con el ave maría en los labios cada vez que salen a las calles de la entidad que viera nacer al presidente Calderón.
La provocación a los cárteles de las drogas y de la delincuencia organizada desde la primera oficina más importante, después de la presidencia de la república, habla de la carencia de oficio político y a la falta de verdaderos asesores en materia política en el gobierno de Felipe Calderón.
Y si no hay talento ni experiencia política, las decisiones van impregnadas de miedo y temor.
Exactamente lo que asentara el escritor Carlos Arriola en su libro “El miedo a gobernar, la verdadera historia del PAN”.
O al menos, repito, que el titular de Gobernación, sea la excepción del panismo miedoso y temerario, y muestre sus pantalones bien amarrados para mudarse a Michoacán y encabezar un pelotón de soldados o de policías federales que recorran las calles violentas en busca de los criminales, a los que él ha desafiado.
A partir de la bravata de Gómez-Mont a las bandas delictivas michoacanas, se han desatado toda una serie de especulaciones de presuntas cacerías de brujas en contra de ex gobernadores estatales y de funcionarios cercanos a los actuales mandatarios estatales priístas del país.
Incluso, algunos ex ejecutivos de los estados militantes del PRI, han tenido que salir a decir públicamente que es falso que hayan sido detenidos y arraigados por autoridades de la PGR o la SIEDO.
El estado de Veracruz no ha dido la excepción…
Conocidos funcionarios de la Fidelidad, anduvieron preguntando anoche a sus entregados amigos de la prensa, sí tenían información acerca de la embestida de la PGR contra integrantes del gobierno de Fidel Herrera.
No cabe duda, el miedo no anda en burro.
Los traidores del gobernador Herrera, saben bien de qué tamaño es el pastel que se atragantaron, sin siquiera compartirlo.
Hasta el martes, esos falsos servidores de la Fidelidad, se mostraban tranquilos al enterarse que el jefe Fidel, había iniciado inesperada luna de miel con el presidente Felipe Calderón.
Sin embargo, a partir de los borregos de presuntas detenciones de exgobernadores priíistas, como Tomás Yarrington Ruvalcaba, de Tamaulipas, los ladrones del gobierno de Veracruz, no tienen sosiego, paz, ni tranquilidad.
No ignoran que una de esas balconeadas, puede resultar cierta, más que la incitación a la guerra de Gómez- Mont a los delincuentes.
Bueno, al menos que esos desleales amigos que Fidel llevó a su gobierno, lo conozcan al revés y al derecho, y piensen que esa presunta cercanía con Calderón, sea una simulación más del tío Fide, y que los tambores de guerra sigan amenazando a Veracruz
¿O usted qué opina?
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