BUENOS DIAS VERACRUZ
Por: David Varona Fuentes
24 de agosto de 2010
Cátedra de civilidad política la del gobernador Fidel Herrera, este martes en la ciudad de Córdoba.
Y qué mejor tribuna para hacerlo que el aniversario de la firma de los Tratados de Córdoba, que hace 189 años alentaron la esperanza de ver a México como una nación soberana y próspera.
Sin odios ni rencores por agravios, ofensas y menosprecios, el mandatario veracruzano hizo un llamado al trabajo y la reconciliación nacional.
Se pronunció por un nuevo acuerdo de unidad, que deje a un lado intereses, obsesiones y fobias, tanto personales como partidistas.
Es por Veracruz, es por México.
A diferencia de los agoreros del desastre que apuestan al encono y al enfrentamiento entre mexicanos, Herrera Beltrán quiere paz, unión y colaboración para sacar a México de la parálisis financiera que enfrenta.
Sin lugar a dudas, Fidel puso el dedo en la llaga…
Su discurso no tuvo desperdicio alguno…
Llevó dedicatoria especial para los ausentes que, enarbolando falsos idealismos por los grandes procesos históricos de México, habían comprometido su presencia en tan importante evento, aprovechando la fiesta conmemorativa por el Bicentenario de la lucha de Independencia y Centenario de la Revolución Mexicana.
El mensaje entre líneas del gobernador Herrera fue claro, directo y contundente contra los enemigos de Veracruz y de México.
- Dijo que los tratados de Córdoba son ejemplo a seguir cuando existen diferencias de orden político y cuando se antepone por encima de la inspiración individual o la ambición, el concepto del bien común que debe entenderse y respetar a plenitud”.
-Resaltó todos y cada uno de los avances alcanzados en los últimos años; mismos que son reales y deben valorarse por si mismos, sintiéndonos orgullosos de lo alcanzado como colectividad, y también reconociendo insuficiencias como una agenda pendiente de todos, y no para ser utilizado como argumento para la descalificación, la desunión o el odio.
A diferencia del desinterés de otros, Fidel dice que el Bicentenario del inicio de la lucha por la Independencia y en Centenario de la Revolución Mexicanas, son motivos para el orgullo, la confianza, la fe, la esperanza, e impone la obligación de continuar y engrandecer a Veracruz y a la nación reconociendo lo todavía falta por hacer.
El tío Fide es optimista del 2010…
-Señala que este año ofrece la oportunidad única, en el contexto de nación, para realizar un balance retrospectivo del desarrollo alcanzado y proponer nuevas metas que superen los rezagos actuales.
Herrera Beltrán propone vencer la pobreza, la inequidad, la inseguridad pública y el narcotráfico, postulando valores que son sinónimo de unidad, como la familia, el trabajo, la disciplina, y diseñando estrategias que llevan al camino de la educación, desarrollo, salud y vivienda.
Indudable que la visión del Presidente de la Conferencia Nacionales de Gobernadores, la Conago, es de corte republicana.
Los puntos que toca el gobernador de Veracruz en su intervención en Córdoba, son en efecto, los grandes problemas nacionales que agobian al país.
Y lamentablemente no se observan a corto plazo, es decir en los próximos dos años que restan al gobierno Calderonista, posibles soluciones de raíz, no simples aspirinas que mitiguen el dolor.
Y menos se encontrarán los remedios cuando los odios políticos se anteponen a los intereses nacionales.
Por ello Fidel sigue insistiendo en nuevos pactos de trabajo, y no quita el dedo del renglón llamando a la reconciliación nacional de todos y cada uno de los actores políticos del país.
El de este martes con motivo del 189 Aniversario de Los Tratados de Córdoba, no es el único grito del gobernador de Veracruz a la unidad de todos los mexicanos.
Pese a la guerra sucia ordenada desde Los Pinos antes, durante y después del proceso electoral del 4 de Julio, Herrera Beltrán no ha doblegado su lucha buscando el entendimiento político con la federación, al contrario hoy como representante de la CONAGO, ha metido toda la carne al asador para que gobiernos estatales opositores y presidencia de la república limen asperezas y caminen de la mano en la búsqueda de mejores resultados para el pueblo mexicano.
Aquí en este humilde espacio siempre hacemos nuestros los deseos del gobernante veracruzano de capitalizar sus sueños reconciliatorios con todos aquellos que se han sentido agraviados por las políticas económicas y de seguridad implementados por el gobierno federal.
Coincidimos que es urgente dejar atrás rencillas partidistas para que México supere sus grandes problemas nacionales.
Sin embargo, todo ha quedado en gritos en el desierto.
La cerrazón política se ha impuesto como modelo de gobernar los últimos tres años ochos meses en México.
La federación finge que ve y escucha propuestas para alcanzar un mejor país, pero al final todo termina siendo una simulación, una farsa, un teatro, un doble discurso.
Y así, imposible que México avance.
Hace 189 largos años, con la firma de los Tratados de Córdoba se cristalizó la aspiración más anhelada de la sociedad novohispana, terminaron los enfrentamientos armados y políticos, instaurando caminos hacia la reconciliación, la paz y el progreso.
Yo pregunto…
¿Cuántos años necesita Calderón para concretar acuerdos por el bien y futuro de México, sin disfraces ni engaños?
¿O usted qué opina?
Por: David Varona Fuentes
24 de agosto de 2010
Cátedra de civilidad política la del gobernador Fidel Herrera, este martes en la ciudad de Córdoba.
Y qué mejor tribuna para hacerlo que el aniversario de la firma de los Tratados de Córdoba, que hace 189 años alentaron la esperanza de ver a México como una nación soberana y próspera.
Sin odios ni rencores por agravios, ofensas y menosprecios, el mandatario veracruzano hizo un llamado al trabajo y la reconciliación nacional.
Se pronunció por un nuevo acuerdo de unidad, que deje a un lado intereses, obsesiones y fobias, tanto personales como partidistas.
Es por Veracruz, es por México.
A diferencia de los agoreros del desastre que apuestan al encono y al enfrentamiento entre mexicanos, Herrera Beltrán quiere paz, unión y colaboración para sacar a México de la parálisis financiera que enfrenta.
Sin lugar a dudas, Fidel puso el dedo en la llaga…
Su discurso no tuvo desperdicio alguno…
Llevó dedicatoria especial para los ausentes que, enarbolando falsos idealismos por los grandes procesos históricos de México, habían comprometido su presencia en tan importante evento, aprovechando la fiesta conmemorativa por el Bicentenario de la lucha de Independencia y Centenario de la Revolución Mexicana.
El mensaje entre líneas del gobernador Herrera fue claro, directo y contundente contra los enemigos de Veracruz y de México.
- Dijo que los tratados de Córdoba son ejemplo a seguir cuando existen diferencias de orden político y cuando se antepone por encima de la inspiración individual o la ambición, el concepto del bien común que debe entenderse y respetar a plenitud”.
-Resaltó todos y cada uno de los avances alcanzados en los últimos años; mismos que son reales y deben valorarse por si mismos, sintiéndonos orgullosos de lo alcanzado como colectividad, y también reconociendo insuficiencias como una agenda pendiente de todos, y no para ser utilizado como argumento para la descalificación, la desunión o el odio.
A diferencia del desinterés de otros, Fidel dice que el Bicentenario del inicio de la lucha por la Independencia y en Centenario de la Revolución Mexicanas, son motivos para el orgullo, la confianza, la fe, la esperanza, e impone la obligación de continuar y engrandecer a Veracruz y a la nación reconociendo lo todavía falta por hacer.
El tío Fide es optimista del 2010…
-Señala que este año ofrece la oportunidad única, en el contexto de nación, para realizar un balance retrospectivo del desarrollo alcanzado y proponer nuevas metas que superen los rezagos actuales.
Herrera Beltrán propone vencer la pobreza, la inequidad, la inseguridad pública y el narcotráfico, postulando valores que son sinónimo de unidad, como la familia, el trabajo, la disciplina, y diseñando estrategias que llevan al camino de la educación, desarrollo, salud y vivienda.
Indudable que la visión del Presidente de la Conferencia Nacionales de Gobernadores, la Conago, es de corte republicana.
Los puntos que toca el gobernador de Veracruz en su intervención en Córdoba, son en efecto, los grandes problemas nacionales que agobian al país.
Y lamentablemente no se observan a corto plazo, es decir en los próximos dos años que restan al gobierno Calderonista, posibles soluciones de raíz, no simples aspirinas que mitiguen el dolor.
Y menos se encontrarán los remedios cuando los odios políticos se anteponen a los intereses nacionales.
Por ello Fidel sigue insistiendo en nuevos pactos de trabajo, y no quita el dedo del renglón llamando a la reconciliación nacional de todos y cada uno de los actores políticos del país.
El de este martes con motivo del 189 Aniversario de Los Tratados de Córdoba, no es el único grito del gobernador de Veracruz a la unidad de todos los mexicanos.
Pese a la guerra sucia ordenada desde Los Pinos antes, durante y después del proceso electoral del 4 de Julio, Herrera Beltrán no ha doblegado su lucha buscando el entendimiento político con la federación, al contrario hoy como representante de la CONAGO, ha metido toda la carne al asador para que gobiernos estatales opositores y presidencia de la república limen asperezas y caminen de la mano en la búsqueda de mejores resultados para el pueblo mexicano.
Aquí en este humilde espacio siempre hacemos nuestros los deseos del gobernante veracruzano de capitalizar sus sueños reconciliatorios con todos aquellos que se han sentido agraviados por las políticas económicas y de seguridad implementados por el gobierno federal.
Coincidimos que es urgente dejar atrás rencillas partidistas para que México supere sus grandes problemas nacionales.
Sin embargo, todo ha quedado en gritos en el desierto.
La cerrazón política se ha impuesto como modelo de gobernar los últimos tres años ochos meses en México.
La federación finge que ve y escucha propuestas para alcanzar un mejor país, pero al final todo termina siendo una simulación, una farsa, un teatro, un doble discurso.
Y así, imposible que México avance.
Hace 189 largos años, con la firma de los Tratados de Córdoba se cristalizó la aspiración más anhelada de la sociedad novohispana, terminaron los enfrentamientos armados y políticos, instaurando caminos hacia la reconciliación, la paz y el progreso.
Yo pregunto…
¿Cuántos años necesita Calderón para concretar acuerdos por el bien y futuro de México, sin disfraces ni engaños?
¿O usted qué opina?
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