BUENOS DIAS VERACRUZ
Por: David Varona Fuentes
11 de agosto de 2010
Pleito a muerte en el puerto jarocho.
Jon Rementería no quisiera entregar la alcaldía para no quedar desprotegido ante la furia vengadora de quien lo sustituye en el cargo.
Y la sucesora de raíces oaxaqueñas, Luz Carolina Gudiño Corro, ansía sentarse en la presidencia municipal para cortarle la cabeza a su antecesor.
Viejas rencillas salen a relucir allá en el municipio de Veracruz, considerado por su importancia la Joya de la Corona, tanto para priíistas como panistas.
Doña Carolina, (a) Juana Gallo para sus íntimos, tiene facturas políticas pendientes de cobro al gastroenterólogo, mejor conocido por los jarocho como el “alcalde mandiles”, por aquello que cuentan, es su esposa Patricia Coello, la que manda en palacio municipal.
La señora Gudiño no perdona a Jon Rementería que una vez investido de alcalde haya dejado fuera de la nómina municipal a todos los integrantes de una larga lista de recomendados amigos de ella.
Los primeros meses de la administración de Jon, fueron de rabietas para la actual alcaldesa electa de Veracruz; se jalaba los pelos, se daba de topes en la pared, y hasta bailaba zapateados jarochos al no lograr acomodar a sus protegidos en la fuerza aérea del ayuntamiento porteño.
El alcalde habría asegurado a Carolina que sí incorporaría a sus “muchachos” en las nóminas secretas de la presidencia, exclusiva para pilotos aviadores, pero no le dijo cuando. Por ello al pasar quincena tras quincena, la Gudiño terminó comprendiendo que “Jon la estuvo agarrando de pendeja”. Lo que ignora la actual alcaldesa electa es que quien echó a la basura su carta de recomendados fue el cuñado incómodo, Abelardo Coello, quien desde el 1 de enero de 2008, fue el presidente municipal de Veracruz en funciones; el hermano de doña Patricia Coello, representaba el poder detrás del trono en aquella ciudad cuatro veces heroica; hasta que salió huyendo a España para salvar su vida, por presuntos nexos con bandas criminales.
Ciega de ira, la exdiputada local y legisladora federal con licencia, advirtió, desde entonces, que sería la sucesora del falsete de Jon Rementería, y se arrepentiría de haberle visto la cara con sus discípulos que pretendió cobraran en el ayuntamiento sin trabajar.
Lejos de menguar, la furia, la irritación de Juana Gallo, aumentó. Primero porque su amigo de partido, el alcalde jarocho, durante el pasado proceso electoral del 4 de Julio no la apoyo con recursos financieros para su campaña. Y en segunda, al enterarse que desde palacio municipal le jugaron las contras buscando favorecer al panista Julio Saldaña Morán.
Historia de traiciones y venganzas, la que rodea al alcalde priísta Jon Rementería Sempé y a su virtual sucesora, Carolina Gudiño, quien ganó la elección con apenas una diferencia de 170 votos a su favor, minoría de sufragios que los agoreros del desastre aseguran será revertida en la calificación que hará el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Cuentan que hasta el propio Jon Rementería tiene prendidas sus veladoras a su amigo San Felipe (Calderón) para que intervenga ante el máximo órgano electoral del país y den la voltereta al resultado de la elección en el municipio de Veracruz, proclamando triunfador al panista Saldaña, considerado por muchos como el más Fidelista que los Fidelistas.
Pero mientras, por si no se concede el milagro, el presidente Rementería busca desesperado tapar todos los grandes hoyos financieros que tiene su administración. Se habla de cientos de millones de pesos los que andan bailando en tesorería municipal; que desde luego, no saben cómo justificar.
Lo cierto es que, Jon resultó un fiasco, un fracaso como alcalde de los jarochos. Al parecer lo exitoso de su obra es haber saneado los escandalosos excesos cometidos por su antecesor, su primo Julen Rementería, actual Coordinador General de Planeación y Centros de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, quien no conforme con haber saqueado las finanzas jarochas, continúa enriqueciéndose, ahora con los recursos federales.
La ciudadanía del puerto, están decepcionados del gobierno municipal de Jon Rementería; colonias sin servicios públicos, calles y avenidas en pésimas condiciones materiales, el añejo problema de las inundaciones sin solución.
Y lo peor…las arcas del ayuntamiento completamente quebradas. Y como medida salvadora para ahorrar recursos los últimos meses, anuncian el despido de mil empleados no sindicalizados.
Ni hablar, “El Mandiles”, cavó su propia tumba política.
Sólo falta que la Juana Gallo, sacie su sed de venganza y le permitan convertirse en la gran sepulturera de Jon Rementería. Ha advertido que lo meterá a la cárcel por ladrón.
Por cierto, como invadieron los alcaldes “Mandiles” en las administraciones municipales que terminan. Aquí en Xalapa tenemos otro, pero esa es otra historia.
¿O usted qué opina?
Por: David Varona Fuentes
11 de agosto de 2010
Pleito a muerte en el puerto jarocho.
Jon Rementería no quisiera entregar la alcaldía para no quedar desprotegido ante la furia vengadora de quien lo sustituye en el cargo.
Y la sucesora de raíces oaxaqueñas, Luz Carolina Gudiño Corro, ansía sentarse en la presidencia municipal para cortarle la cabeza a su antecesor.
Viejas rencillas salen a relucir allá en el municipio de Veracruz, considerado por su importancia la Joya de la Corona, tanto para priíistas como panistas.
Doña Carolina, (a) Juana Gallo para sus íntimos, tiene facturas políticas pendientes de cobro al gastroenterólogo, mejor conocido por los jarocho como el “alcalde mandiles”, por aquello que cuentan, es su esposa Patricia Coello, la que manda en palacio municipal.
La señora Gudiño no perdona a Jon Rementería que una vez investido de alcalde haya dejado fuera de la nómina municipal a todos los integrantes de una larga lista de recomendados amigos de ella.
Los primeros meses de la administración de Jon, fueron de rabietas para la actual alcaldesa electa de Veracruz; se jalaba los pelos, se daba de topes en la pared, y hasta bailaba zapateados jarochos al no lograr acomodar a sus protegidos en la fuerza aérea del ayuntamiento porteño.
El alcalde habría asegurado a Carolina que sí incorporaría a sus “muchachos” en las nóminas secretas de la presidencia, exclusiva para pilotos aviadores, pero no le dijo cuando. Por ello al pasar quincena tras quincena, la Gudiño terminó comprendiendo que “Jon la estuvo agarrando de pendeja”. Lo que ignora la actual alcaldesa electa es que quien echó a la basura su carta de recomendados fue el cuñado incómodo, Abelardo Coello, quien desde el 1 de enero de 2008, fue el presidente municipal de Veracruz en funciones; el hermano de doña Patricia Coello, representaba el poder detrás del trono en aquella ciudad cuatro veces heroica; hasta que salió huyendo a España para salvar su vida, por presuntos nexos con bandas criminales.
Ciega de ira, la exdiputada local y legisladora federal con licencia, advirtió, desde entonces, que sería la sucesora del falsete de Jon Rementería, y se arrepentiría de haberle visto la cara con sus discípulos que pretendió cobraran en el ayuntamiento sin trabajar.
Lejos de menguar, la furia, la irritación de Juana Gallo, aumentó. Primero porque su amigo de partido, el alcalde jarocho, durante el pasado proceso electoral del 4 de Julio no la apoyo con recursos financieros para su campaña. Y en segunda, al enterarse que desde palacio municipal le jugaron las contras buscando favorecer al panista Julio Saldaña Morán.
Historia de traiciones y venganzas, la que rodea al alcalde priísta Jon Rementería Sempé y a su virtual sucesora, Carolina Gudiño, quien ganó la elección con apenas una diferencia de 170 votos a su favor, minoría de sufragios que los agoreros del desastre aseguran será revertida en la calificación que hará el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Cuentan que hasta el propio Jon Rementería tiene prendidas sus veladoras a su amigo San Felipe (Calderón) para que intervenga ante el máximo órgano electoral del país y den la voltereta al resultado de la elección en el municipio de Veracruz, proclamando triunfador al panista Saldaña, considerado por muchos como el más Fidelista que los Fidelistas.
Pero mientras, por si no se concede el milagro, el presidente Rementería busca desesperado tapar todos los grandes hoyos financieros que tiene su administración. Se habla de cientos de millones de pesos los que andan bailando en tesorería municipal; que desde luego, no saben cómo justificar.
Lo cierto es que, Jon resultó un fiasco, un fracaso como alcalde de los jarochos. Al parecer lo exitoso de su obra es haber saneado los escandalosos excesos cometidos por su antecesor, su primo Julen Rementería, actual Coordinador General de Planeación y Centros de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, quien no conforme con haber saqueado las finanzas jarochas, continúa enriqueciéndose, ahora con los recursos federales.
La ciudadanía del puerto, están decepcionados del gobierno municipal de Jon Rementería; colonias sin servicios públicos, calles y avenidas en pésimas condiciones materiales, el añejo problema de las inundaciones sin solución.
Y lo peor…las arcas del ayuntamiento completamente quebradas. Y como medida salvadora para ahorrar recursos los últimos meses, anuncian el despido de mil empleados no sindicalizados.
Ni hablar, “El Mandiles”, cavó su propia tumba política.
Sólo falta que la Juana Gallo, sacie su sed de venganza y le permitan convertirse en la gran sepulturera de Jon Rementería. Ha advertido que lo meterá a la cárcel por ladrón.
Por cierto, como invadieron los alcaldes “Mandiles” en las administraciones municipales que terminan. Aquí en Xalapa tenemos otro, pero esa es otra historia.
¿O usted qué opina?
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