BUENOS DIAS VERACRUZ
Por: David Varona Fuentes
3 de agosto de 2010
Herencia maldita de ineptitud, nulidad y torpeza en la Procuraduría General de Justicia de Veracruz.
¡¡30 mil averiguaciones ministeriales pendientes de ejecutar!!
Sin lugar a dudas, cifras históricas de inoperancia e incapacidad del Procurador Salvador Mikel Rivera, pero también de complicidades y venta de la justicia veracruzana al mejor postor.
Con descaro y sin vergüenza alguna, el Fiscal del estado dio a conocer la suma récord de investigaciones que duermen el sueño de los justos al permanecer guardadas en el archivo, custodiadas y protegidas celosamente por el manto de la impunidad oficial.
En entregas anteriores escribí precisamente del vacío que enfrenta la Procuraduría de Justicia estatal desde la llegada de Mikel Rivera, sustituyendo a Emeterio López Márquez, acompañado de verdaderos monstruos de la corrupción como Manuel de León Maza, responsable de manejar los millonarios recursos financieros de la dependencia.
Historias de podredumbre se han escrito en la Procuraduría bajo el mando operativo de Mikel, y de león Maza en la administración financiera.
Se equivocaron quienes creyeron que los exfuncionarios chirinistas cumplirían con lealtad al gobernador Fidel Herrera, más de parte de Mikel quien sudó para alcanzar la Procuraduría al ser rechazado por la fracción panista en el Congreso local en su primer intento por llegar al cargo.
Parte por su enfermedad y parte por su incompetencia, Mikel ha sumido a la Procuraduría estatal en una parálisis de ineficiencia para atender los reclamos sociales en materia de procuración de justicia.
Salir a decir con cinismo y desfachatez que permanecen 30 mil casos pendientes de resolver, principalmente de ex alcaldes rateros, es no conocer la vergüenza, si Mikel tuviera dignidad renunciaría a la procuraduría.
¿Cuántas secrecias de esas 30 mil averiguaciones previas o ministeriales fueron vendidas a los delincuentes o presuntos culpables de cometer un delito del fuero común?
La fama pública de los agentes del Ministerio Públicos Investigadores y de los altos jefes policiacos de la propia Fiscalía estatal, es que por jugosos sobornos alertan de las pesquisas ministeriales a los delincuentes denunciados. Cuando se trata de órdenes de aprehensión giradas por algún juez y que los elementos estatales tienen que cumplir, la cantidad de dinero pactado es mayor.
No resultaría extraño que el 99 por ciento de esas 30 mil denuncias rezagadas en la procuraduría, tengan que ver con casos de delincuencia organizada, de compadres, amigos, políticos y empresarios que aún siendo señalados de violentar el marco legal, son protegidos con el manto de la complicidad, y que por lo tanto jamás serán alcanzados por el brazo justiciero de la ley veracruzana.
Si algún veracruzano agraviado espera que las autoridades encargadas de procurar justicia pronta y expedita actúen bajo estricto apego a la ley, si saben contar, que no cuenten, porque si su denuncia es contra cualquier poderoso e influyente, esos son intocables en Veracruz en la etapa de Salvador Mikel Rivera al frente de la Procuraduría.
Es lamentable que la PGJ estatal se encuentre hundida en la corrupción, en las componendas, en el maridaje con los delincuentes, y el descrédito público, y que los veracruzanos no confíen en los subprocuradores regionales de justicia, en los agentes del MP, ni en los policías ministeriales.
No estaría por demás que Salvador Mikel informara al pueblo de Veracruz cuál ha sido su función real en la Procuraduría de Justicia, porque en cuanto a resultados positivos él mismo se ha crucificado al informar las 30 mil denuncias guardadas en los escritorios de los funcionarios de la institución, esperando ser desempolvadas.
De León Maza, el otro inútil en la PGJ, qué puede agregarse…
Llegó a la Procuraduría exclusivamente a enriquecerse; todos lo vieron arribar con una mano atrás y otra adelante; cuentan sus íntimos que estaba en bancarrota. Y hoy es una persona inmensamente millonaria.
Sin lugar a dudas, el gobernador electo Javier Duarte tiene un paquete muy difícil en materia de procuración de justicia; a quien nombre titular de la PGJ, deberá que ser un hombre o una mujer de hierro, incorruptible, capaz y leal; que no le tiemble la mano para sacar a las ratas coludas que han hecho su nido en la procu.
Al que mencionan los plumíferos, el presunto amigo y protector de narcos, Marco Antonio Aguilar Yunes, le quedan grandes los zapatos de la Procuraduría estatal si Duarte quiere realmente convertir la procuración de justicia en la columna vertebral de su gobierno.
Ahora que si lo que se busca es continuidad a la corrupción de León Maza y a las torpezas de Mikel, entonces el que mencionan, es el indicado para ser el próximo Procurador, claro, si pasa el filtro de los diputados panistas.
¿O usted qué opina?
Por: David Varona Fuentes
3 de agosto de 2010
Herencia maldita de ineptitud, nulidad y torpeza en la Procuraduría General de Justicia de Veracruz.
¡¡30 mil averiguaciones ministeriales pendientes de ejecutar!!
Sin lugar a dudas, cifras históricas de inoperancia e incapacidad del Procurador Salvador Mikel Rivera, pero también de complicidades y venta de la justicia veracruzana al mejor postor.
Con descaro y sin vergüenza alguna, el Fiscal del estado dio a conocer la suma récord de investigaciones que duermen el sueño de los justos al permanecer guardadas en el archivo, custodiadas y protegidas celosamente por el manto de la impunidad oficial.
En entregas anteriores escribí precisamente del vacío que enfrenta la Procuraduría de Justicia estatal desde la llegada de Mikel Rivera, sustituyendo a Emeterio López Márquez, acompañado de verdaderos monstruos de la corrupción como Manuel de León Maza, responsable de manejar los millonarios recursos financieros de la dependencia.
Historias de podredumbre se han escrito en la Procuraduría bajo el mando operativo de Mikel, y de león Maza en la administración financiera.
Se equivocaron quienes creyeron que los exfuncionarios chirinistas cumplirían con lealtad al gobernador Fidel Herrera, más de parte de Mikel quien sudó para alcanzar la Procuraduría al ser rechazado por la fracción panista en el Congreso local en su primer intento por llegar al cargo.
Parte por su enfermedad y parte por su incompetencia, Mikel ha sumido a la Procuraduría estatal en una parálisis de ineficiencia para atender los reclamos sociales en materia de procuración de justicia.
Salir a decir con cinismo y desfachatez que permanecen 30 mil casos pendientes de resolver, principalmente de ex alcaldes rateros, es no conocer la vergüenza, si Mikel tuviera dignidad renunciaría a la procuraduría.
¿Cuántas secrecias de esas 30 mil averiguaciones previas o ministeriales fueron vendidas a los delincuentes o presuntos culpables de cometer un delito del fuero común?
La fama pública de los agentes del Ministerio Públicos Investigadores y de los altos jefes policiacos de la propia Fiscalía estatal, es que por jugosos sobornos alertan de las pesquisas ministeriales a los delincuentes denunciados. Cuando se trata de órdenes de aprehensión giradas por algún juez y que los elementos estatales tienen que cumplir, la cantidad de dinero pactado es mayor.
No resultaría extraño que el 99 por ciento de esas 30 mil denuncias rezagadas en la procuraduría, tengan que ver con casos de delincuencia organizada, de compadres, amigos, políticos y empresarios que aún siendo señalados de violentar el marco legal, son protegidos con el manto de la complicidad, y que por lo tanto jamás serán alcanzados por el brazo justiciero de la ley veracruzana.
Si algún veracruzano agraviado espera que las autoridades encargadas de procurar justicia pronta y expedita actúen bajo estricto apego a la ley, si saben contar, que no cuenten, porque si su denuncia es contra cualquier poderoso e influyente, esos son intocables en Veracruz en la etapa de Salvador Mikel Rivera al frente de la Procuraduría.
Es lamentable que la PGJ estatal se encuentre hundida en la corrupción, en las componendas, en el maridaje con los delincuentes, y el descrédito público, y que los veracruzanos no confíen en los subprocuradores regionales de justicia, en los agentes del MP, ni en los policías ministeriales.
No estaría por demás que Salvador Mikel informara al pueblo de Veracruz cuál ha sido su función real en la Procuraduría de Justicia, porque en cuanto a resultados positivos él mismo se ha crucificado al informar las 30 mil denuncias guardadas en los escritorios de los funcionarios de la institución, esperando ser desempolvadas.
De León Maza, el otro inútil en la PGJ, qué puede agregarse…
Llegó a la Procuraduría exclusivamente a enriquecerse; todos lo vieron arribar con una mano atrás y otra adelante; cuentan sus íntimos que estaba en bancarrota. Y hoy es una persona inmensamente millonaria.
Sin lugar a dudas, el gobernador electo Javier Duarte tiene un paquete muy difícil en materia de procuración de justicia; a quien nombre titular de la PGJ, deberá que ser un hombre o una mujer de hierro, incorruptible, capaz y leal; que no le tiemble la mano para sacar a las ratas coludas que han hecho su nido en la procu.
Al que mencionan los plumíferos, el presunto amigo y protector de narcos, Marco Antonio Aguilar Yunes, le quedan grandes los zapatos de la Procuraduría estatal si Duarte quiere realmente convertir la procuración de justicia en la columna vertebral de su gobierno.
Ahora que si lo que se busca es continuidad a la corrupción de León Maza y a las torpezas de Mikel, entonces el que mencionan, es el indicado para ser el próximo Procurador, claro, si pasa el filtro de los diputados panistas.
¿O usted qué opina?
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