BUENOS DÍAS VERACRUZ
Por. David Varona Fuentes
15 de noviembre de 2010
El gobernador de Veracruz, Fidel Herrera, entregó al Congreso estatal su sexto y último informe de labores, y volvió a destaparse para el 2012.
Y aún cuando restan a su gobierno 15 días más, los eventos ceremoniales de este lunes fueron para el tío Fide, casi su adiós de los escenarios veracruzanos, esos que tantas alegrías, gozos, rabietas y sinsabores le dejaron en los seis años de mandato.
Hay que decirlo:
Fidel supo para qué es el pinche poder; lo ejerció a plenitud, y no lo convidó, tampoco lo prestó, y menos lo encargó; cerca o lejos de Veracruz, Fidel lo aplicó; sin su autorización no se movió nada en el estado.
Considerado como ave de tempestades, Fidel dejará la gubernatura odiado por unos pero amado por la inmensa mayoría del pueblo veracruzano.
Y no es para menos.
Populista o no en su estilo de gobernar, el político de Nopaltepec supo ganarse la voluntad ciudadana; a todos se los echó a la bolsa porque nunca rechazó una invitación popular; estuvo en todas y fue padrino de todos, de chicos y grandes.
Todos lo recordarán, hasta los falsos editores, los periodiqueros, aduladores y bufones; todos van a extrañarlo. Y claro Fidel también los recordará.
Por lo pronto, Herrera Beltrán tuvo sus últimas presentaciones públicas, la primera en la Legislatura local para entregar su sexto informe, y la segunda en el Museo Interactivo de Xalapa, donde reunido con su equipo de trabajo e invitados especiales, dirigió un mensaje de 54 minutos al pueblo veracruzano.
Por lo expresado en su comparecencia de 26 minutos ante diputados locales, gobernadores de otras entidades y mandatarios electos, Fidel hereda un estado con futuro prodigioso, punta de lanza de la economía nacional; con menos pobres que en 2004; líder en Producto Interno Bruto, en empleos, y con 6 mil 500 millones de pesos en la tesorería estatal.
No terminaríamos de enumerar todas y cada una de las obras sociales realizadas por el régimen Fidelista en los últimos 12 meses, las cuales el gobernador resumió en su intervención en la Cámara de Diputados.
Y hablar de todo lo hecho en su sexenio, es tan inmensa la obra pública que sería cuento de nunca acabar, producto de ese incansable transitar de Fidel, de ir y venir por lo largo y ancho de la geografía estatal.
Tras seis años de mandato, Fidel definió al estado de Veracruz como una de las mejores locomotora de la economía nacional, a la que ya no lo para nadie.
Es decir, el sucesor, Javier Duarte, recibe un Veracruz convertido en el estado de las maravillas.
Hay que reconocerlo, el Veracruz que deja Herrera Beltrán, es otro muy diferente al que recibió del clan alemanista el 1 de diciembre de 2004.
De don Miguel, Fidel recibió una entidad que lo tenía todo, si en efecto, pero todo por hacer, porque la banda chilanga vino de vacaciones a Veracruz, llegó exclusivamente a saquear las arcas del dinero de los veracruzanos.
Y en cambio la herencia de Fidel Herrera a Javier Duarte, es una entidad en pleno desarrollo, con impresionante infraestructura carretera, con más de mil puentes construidos que mejoran la comunicación y facilitan que campesinos y productores saquen sus cosechas.
Javier Duarte recibe una entidad golpeada severamente por los fenómenos naturales de septiembre-octubre, Karl y Matthew, pero que se encuentra de pie lista para empezar su reconstrucción.
Pese a todo lo hecho por el gobierno de la Fidelidad, no pueden soltarse las campanas al vuelo.
Es cierto, falta mucho camino por recorrer, en materia de pobreza extrema los números siguen siendo alarmantes; se habla de más de 4 millones de veracruzanos en completa marginación; hacen faltan empleos, viviendas, inversiones en el campo veracruzano, pero principalmente la gente reclama, exige, seguridad pública.
Es indudable que como gobernador Duarte tiene enfrente un paquete enorme de retos, y aún cuando su maestro y antecesor Fidel Herrera asegura que superará su obra, la realidad es que Javier no la tiene fácil; los millonarios daños ocasionados por Karl y Matthew, vino a complicar el despegue del joven ejecutivo estatal el 1 de diciembre.
Sin embargo, Javier tiene todas las ganas de servirle a Veracruz, y experto en materia económica sabrá encontrar los caminos que conduzcan al estado a un mejor destino.
No puedo despedir éste comentario, sin antes tocar los sueños presidenciales de Fidel Herrera.
Este lunes, una vez entregado su informe de gobierno, dio rienda suelta a sus emociones y dijo en entrevistas que para el 2012 “soy elegible, sólo falta ser elegido, cuento con el perfil para ser el candidato del PRI a la presidencia de la república”.
Pero también aclaró: “Si no soy el candidato seré aliado del elegido para que el PRI vuelva a Los Pinos; no soy adversario ni le disputo nada a nadie; soy solución no un problema”.
Fidel sabe su cuento; conoce los recovecos de la política; no ignora que la política es de tiempos y es de ritmos.
Sin embargo, de que Fidel dará de qué hablar después del 1 de diciembre, de eso ni quien lo dude.
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