VERACRUZ CONDENADO A LA SIMULACIÓN

BUENOS DÍAS VERACRUZ

Por. David Varona Fuentes

24 de noviembre de 2010

Pinta bien el futuro político para Veracruz en los siguientes dos años.
Adiós revanchismos, odios, rencores y venganzas.
Y no es para menos.
Las relaciones Duarte y Calderón, representan otra historia.
Muy diferente al perverso, tenebroso, y maquiavélico trato institucional que sostuvieron el saliente gobernador Fidel Herrera y el presidente Felipe Calderón.
Largos cuatro años de trabas, desprecios, zancadillas, piquete de ojos y llaves michoacanas, fueron los que el tío Fide tuvo que aguantar y que, como buen gavilán que dice ser, soportó, y no chilló.
Cómo extrañó Fidel a su cuate Chente Fox.
Y cómo no si el hombre de las botas le dio todo para Veracruz en los dos años que Fidel alcanzó del presidente que sacó al PRI de Los Pinos en las elecciones federales del 2 de julio de 2000.
Como los arbitrarios policías que primero detienen a ciudadanos inocentes y después viriguan, Fox Quezada entregó al gobernador de Veracruz la chequera de la federación en blanco, para que Fidel dispusiera como quisiera de los recursos federales. No hubo nada que Herrera Beltrán pidiera a Chente o a Marthita, y que éstos no le cumplieran.
Qué años aquellos, 2005 y 2006, con el guanajuatense en Los Pinos el Fidelismo vivió en el paraíso, en el elixir del pinche poder.
Pero la pachanga terminó.
Apareció Calderón y con él los demonios de Soledad de Doblado, los cuales desde el primer día empezaron la campaña de desprestigio en contra del mandatario veracruzano Fidel Herrera, que a decir verdad, había dejado muchas huellas y señales visibles del abuso del poder y del dispendio financiero durante sus dos primeros años al frente del gobierno estatal.
Y para qué les cuento amables lectores, si la desgracia de la Fidelidad con el sucesor de Fox es noticia de ayer.
Nadie ignora en el estado que con don Felipe en la presidencia de la República, el gobierno de Herrera Beltrán pasó de la gloria foxista al infierno calderonista.
“Nada para Veracruz, hasta que pida clemencia, ni un peso para Veracruz hasta que rindan cuentas claras y transparentes de dónde lo invierten”, fue la orden presidencial a su secretario de Hacienda y Crédito Público en turno.
El propio gobernador Herrera acaba de reconocer en entrevista a Mario Vázquez Raña, presidente de la Organización Editorial Mexicana, que sus relaciones con el presidente Calderón no fueron cordiales.
Y aún cuando Fidel no lo aceptara y fingiera su acostumbrada demencia diciendo que se llevó de a tú con Calderón, las evidencias exhiben lo contrario; las relaciones entre el gobernador de Veracruz y el presidente de México, fueron pésimas, nunca más allá de los institucional a sus investiduras.
El gobierno federal buscó ahorcar al mandatario estatal por la vía del dinero; con las partidas presupuestales destinadas para Veracruz Calderón hizo lo que le vino en gana; las suspendió, las disminuyó, las entregó al goteo, y como a la puerta de Alcalá, puso un sin fin de candados para que el gobierno Fidelista no tuviera acceso a los recursos de la federación.
Y por la crítica situación financiera que atraviesa el agonizante régimen de la Fidelidad, tal parece que Calderón consiguió uno de los objetivos tramados; no logró que el PAN llevando a Yunes de candidato derrotara al PRI de Fidel y se apoderara de la gubernatura de Veracruz, pero sí dejó herido de muerte al gobierno de Herrera Beltrán en cuanto a su liquidez o solvencia económica.
Para fortuna de los veracruzanos, con el final del gobierno de Fidel Herrera, la pesadilla calderonista parece terminar.
O al menos eso es lo que se aparenta.
La tarde-noche del martes, el joven gobernador electo de Veracruz, Javier Duarte, fue recibido por el presidente Calderón, y de acuerdo a lo difundido del encuentro, todo será miel sobre hojuelas en los dos años que restan al político michoacano en la primera magistratura del país.
O al menos que don Felipe también sea un buen simulador.
Por cierto, la mañana de este jueves 25, el tío Fide estará en Los Pinos en una reunión relacionada con el FONDEN. Será la última visita a la casa presidencial de Herrera Beltrán como gobernador de Veracruz, bien podría servir para despedirse de Calderón y preguntarle los motivos de ese odio enfermizo en su contra.
¿O usted qué opina?