jueves, 10 de septiembre de 2009

EL BESO DEL DIABLO


El ex presidente Carlos Salinas de Gortari, representa la tumba política de Enrique Peña Nieto.
El gobernador del estado de México prácticamente se encuentra secuestrado por el grupo de poder en México que comanda y dirige el ex mandatario más repudiado por el pueblo mexicano.
La generala del Partido Revolucionario Institucional, Beatriz Paredes, el senador Manlio Fabio Beltrones, y la maestra rural dueña del SNTE, Elba Esther Gordillo, son los operadores del clan de Salinas de Gortari, y todos juntos apoyados por un consorcio televisivo, han copado a Peña Nieto; no lo dejan ni siquiera respirar, y este como un maniquí, los obedece a ciegas.
No es en balde el mote de Barbi masculina manipulada, bautizado por el peje Andrés Manuel López Obrador.
Don Enrique, como se encuentra de paseo por las nubes con su paloma, no parece darse cuenta del daño mortal que el grupo salinista está haciéndole a su precandidatura a la presidencia de la república para el 2012.
Carlos Salinas huele a corrupción y muerte en México.
Los ciudadanos de este país tienen memoria y recuerdan el sexenio de rapiña, tráfico de influencias, enriquecimientos ilícitos, venganzas y atentados políticos, encabezado por el político de Agua Leguas, Nuevo León.
A 15 años de distancia, los mexicanos no pueden olvidar a Raúl Salinas de Gortari, hermano mayor del ex presidente, considerado como el demonio del clan salinista.
Juntos, Carlos y Raúl, siendo niños dieron muerte a la sirvienta de la familia, y gracias a las complicidades del poder de las que disfrutaba el padre de ellos Raúl Salinas Lozano, lograron evadir la justicia.
Raúl Salinas de Gortari, es el mismo que, primero, siendo titular de la CONASUPO, y luego como hermano del presidente de la república, realizó los negocios millonarios jamás vistos en la historia política del México moderno.
Usando decenas de seudo-nombres y protegido por el manto de la impunidad ejercida desde la propia presidencia salinista, Raúl saqueaba las arcas federales para depositar sus cientos de miles de millones de dólares en bancos extranjeros, principalmente en los de Suiza y Estados Unidos.
Raúl, el hermano modelo en la infancia de Carlos Salinas, es el mismo que, de acuerdo a la PGR, ordenó al entonces diputado federal tamaulipeco Manuel Muñoz Rocha, hasta la fecha desparecido, asesinar a su cuñado José Francisco Ruiz Massieu, cuando este era secretario general del CEN del PRI.
Delitos por el cual el hermano incómodo pasó cerca de 10 años de prisión, de donde puso salir ante la falta del testimonio principal de Muñoz Rocha, de quien se dice, su cuerpo podría estar enterrado en algunas de las tantas propiedades de la familia Salinas de Gortari.
Así mismo, Raúl es también el presunto actor intelectual de la muerte del ex candidato presidencial Luis Donaldo Colosio Murrieta, “por órdenes de su hermano Carlos”.
Toda una estela de corrupción y muerte, envuelve a los hermanos Carlos y Raúl, siempre encubierta por los hilos del silencio de la complicidad, desde que ambos fueron niños.
Repudiado y despreciado por el pueblo mexicano en su conjunto, Carlos tuvo que salir huyendo a Irlanda perseguido por el gobierno de Ernesto Zedillo que había encarcelado a su hermano Raúl acusado del homicidio del cuñado Ruiz Massieu.
Con el ex presidente exiliado y Raúl en la cárcel de máxima seguridad de Almoloya, se destapó la cloaca, saliendo a relucir toda la putrefacción del sexenio salinista.
Hoy, el ex ejecutivo federal llevando de la mano a su hermano Raúl, busca regresar por la puerta grande a la escena política del país. Ambos son invitados especiales a eventos políticos y sociales del grupo Atlacomulco, del estado de México.
Incluso, hasta testigos de honor padrinos han servido en actos religiosos de los hijos de Enrique Peña Nieto, como fue la primera Comunión de los herederos del gobernador mexiquense.
Po lo tanto, moviendo a los peleles a su servicio, como la Gordillo y Manlio Fabio Beltrones y hasta la propia dirigente nacional del PRI Paredes Rángel, Carlos se ha apoderado de la candidatura del tricolor para el 2012.
Y Enrique Peña Nieto, por así servir a los intereses, ha sido designado el delfín del ex presidente Salinas de Gortari.
El mandatario del estado de México, con el apoyo de los Salinas, se ha dejado llevar por el falso canto de las sirenas, y cree tener a dios agarrado de las orejas.
Cuando el telón de la sucesión presidencial vaya descubriéndose, y el pueblo de México confirme que Carlos y Raúl son los hacedores y están detrás de Peña Nieto, la “Barbi masculina”, como dice el peje, empezará a cavar su tumba política.
Y no se descarta que a quien hoy los Salinas, los Beltrones, los Elbistas y los Paredistas, despotrican y cierran las puertas de la carrera presidencial, dé el gran salto en las encuestas nacionales, y termine montándose en los cuernos de la luna.
Pero para ello, tendrá que despojarse de sus poses de divo.
Usted amable lector, sabe a quien me refiero.
¿O usted qué opina?

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