BUENOS DÍAS VERACRUZ
Por: David Varona Fuentes
22 de diciembre de 2010
A unas horas de la noche buena, Veracruz se hunde en la más terrible crisis financiera, de que se tenga memoria de los últimos cuarenta años.
Seis años de bonanza se esfumaron por arte de magia.
No hay dinero y no hay dinero: es la respuesta de quienes tienen en sus manos, una larga lista de proveedores y contratistas.
Contratistas y empresarios van y vienen todos los días y llevan a cabo largas y prolongadas antesalas con los recién nombrados funcionarios de la Sefiplan.
Inútiles las horas perdidas.
De nada sirven las conferencias de prensa llevadas a cabo, por la Sefiplan y la Contraloría del Estado.
Lo importante de todo esto, es que deben existir responsables de quienes llevaron a la quiebra las finanzas públicas del estado.
Un grupo que amasó una inmensa fortuna se encuentra agazapado y cubierto con el manto de la impunidad; sin embargo, se ve y se siente un clima de zozobra e incertidumbre, en la inmensa mayoría de la población veracruzana, de norte a sur y de la Cuenca al centro del estado, brotan inconformidades ciudadanas con bloqueos de carreteras y tomas de palacios municipales.
No se puede tapar el sol con dedo, e ignorar la rebelión de los elementos de la policía a quienes se les adeudan varias quincenas de sus respectivos salarios; la seguridad pública se desestabiliza y el estado recurre al goteo que momentáneamente calma los ánimos estableciendo un sistema de paguitos.
Ahora bien.
En Javier Duarte se observa a un hombre desencajado e irritado.
El joven gobernador aún no le cae el veinte; que su antecesor lo dejó en la antesala del infierno político, muchas facturas han tenido que pagarse a un costo muy alto, con nombramientos inmerecidos.
Ahora Duarte se encuentra entrampado y sin poder encontrar la varita mágica, que calme las ansias locas de novilleros, de los grupos políticos de alemanistas y fidelistas que se pelean las parcelas de poder dentro del propio partido tricolor.
No se vale.
Hay desorden y abusos en tan pocos días del inicio del gobierno duartista.
¿Para qué sirve la instalación del Comité para las Adquisiciones y Obras Públicas del gobierno del estado?
Una cortina de humo, para desviar la atención del verdadero problema que tiene el gobierno con sus finanzas públicas.
Calderón no olvida los viejos agravios del pasado.
El gobierno federal tiene cerradas las llaves… el fidelismo la herencia maldita que confrontó al gobierno del estado con el presidente de la república, seguirá vigente mientras el gobierno calderonista siga en el poder.
Dos años de angustia.
Dos años de no encontrar la brújula que nos de rumbo y serenidad.
Los agravios en política son devastadores.
Son los resultados de quien no supo ejercer con honestidad y trasparencia el “pinche poder”.
En cuántos hogares veracruzanos, la navidad será un trago amargo; mientras en los lujosos fraccionamientos y en las grandes mansiones de connotados fidelistas, sobrará el bacalao el champaña, sin faltar desde luego los vinos espumeantes de importación.
¿O usted qué opina?
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