SE VISLUMBRAN BARRUNTOS DE TEMPESTAD

BUENOS DÍAS VERACRUZ

Por: David Varona Fuentes

3 de Diciembre de 2010

Se cayó el circo en el Tribunal Superior de Justicia de Veracruz.
Derrotan a Reynaldo Madruga Picazzo, quien se aferraba a la reelección, y eligen al magistrado, Alberto Sosa Hernández.
Sin lugar a dudas, se avizoran barruntos de tempestad en Veracruz.
Terminada la euforia por la asunción del poder estatal, surgen amenazas que podrían terminar abruptamente con la luna de miel del gobierno que empieza.
El nuevo titular del Poder Judicial de Veracruz es un personaje ligado y entregado al candidato perdedor de la gubernatura, el panista Miguel Ángel Yunes Linares.
Por lo tanto, es cuestión sólo de echar a volar la imaginación.
Aguas con privilegiar la impunidad.
Madruga Picazzo era el candidato oficial, y en su persistencia reeleccionista obtuvo un perdido voto, que fue el suyo, de los siete que deciden la elección del nuevo presidente del Poder Judicial y de la Judicatura estatal.
Fue rechazo total de los magistrados a la continuidad de Madruga; que en otras palabras significa no querer nada, absolutamente nada, con el gobierno que inició funciones el pasado miércoles 1 de diciembre.
Entendible la postura de los magistrados del Tribunal Superior de Justicia de Veracruz; el gobierno saliente siempre los humilló, y por viejitos pretendió jubilarlos para darle cabida a sus recomendados, convirtiendo al Poder Judicial de Veracruz en una agencia de colocaciones de amigos, compadres, y amantes en turno que tuvieran el título de “abogada”, no importa que fuera falso o que hubiese sido comprado en Tepito.
En sólo dos días se atraviesan primeras piedras al recién estrenado gobierno estatal; surgen los primeros peñascos que podrían impedir el seguro y tranquilo caminar.
Que al nuevo presidente del TSJ, Sosa Hernández se le relacione con el enemigo acérrimo del ex gobernador Herrera y crítico recalcitrante del sucesor Duarte, es para no tirar las campanas al vuelo.
Hasta donde se sabe, información de primera mano que llevamos a ustedes amables lectores, el detonante en el Poder Judicial en contra de la permanencia de Reynaldo Madruga, tuvo que ver con el nombramiento del otro Reynaldo, en la Procuraduría General de Justicia del Estado.
Cuentan que dijeron en el Poder Judicial con la arremetida del recomendado del todavía gobernador, Fidel Herrera Beltrán:
“Ni toda la impunidad ni todo el poder”.
Y al parecer, con la elección de Alberto Sosa Hernández, buscan equilibrar la impartición de justicia; que con el hampón de Escobar Pérez en la PGJ no se abuse del manto de la impunidad para proteger a todos los pillos, ladrones y sinvergüenzas del Fidelismo.
Por cierto, el pueblo de Veracruz continúa manifestando:
- Resulta insólito cómo el gobernador Javier Duarte puede confiar en un personaje siniestro y tenebroso como Reynaldo Gaudencio Escobar Pérez.
Y peor todavía, nombrarlo Procurador de Justicia en funciones, pero con el cargo de Subprocurador regional encargado de despacho.
Sólo quien no conozca a Reynaco o Reybaco Escobar, oriundo de Naolinco, se atrevería a apostar un cacahuate a su favor.
Menos correrían el riesgo de poner la Iglesia en manos de Lutero.
Es cierto, como falso bicho rastrero, barbero, adulador, excelente y extraordinario agarra-pendejos, el ex secretario Fidelista tiene maestría.
Se pinta solo Escobar para fingir lealtad y agradecimiento; estos términos no están en su diccionario político.
Y si algún amable lector duda de su doble personalidad, les decimos :
Ya salió el peine.
Reynaldo Escobar, ha confiado a sus íntimos que es el guardaespaldas del ex gobernador Fidel Herrera en la Procuraduría General de Justicia de Veracruz.
Aclaro:
No es el que andará corriendo a los lados, detrás, o adelante del ex mandatario veracruzano cuidándolo o protegiéndolo de los malosos que él mismo invitó venir a la entidad.
Nada de eso.
Al contrario, la función de don Gaudencio será fina, delicada, discreta y efectiva.
Dicen que palabras más, palabras menos; Reybaco ha confiado a sus íntimos:
-“Mi función en la Procuraduría es cuidar a mi jefe Fidel; cuidarle las espaldas; mantenerlo informado de cualquier atentado jurídico en su contra, y claro desecharlo”.
Yo pregunto:
¿Acaso Fidel siente pasos en la azotea?
Ni hablar, por lo pronto Escobar Pérez tiene doble función:
La de “negociador” y la de protector de Fidel.
O quizás tres, incluyámosle también la de “cobrador” que tuvo en el Fidelismo.
¿O usted qué opina?

davidvaronaf@hotmail.com

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