jueves, 16 de diciembre de 2010

TERCERA LLAMADA…TERCERA.

BUENOS DÍAS VERACRUZ

Por: David Varona Fuentes
17 diciembre de 2010

Hecho trizas el PRI veracruzano.
Se le observa vapuleado, sin rumbo ni destino.
Es un partido casi muerto, inoperante, que naufraga y nadie mete las manos para rescatarlo.
Es la herencia maldita del mexiquense Jorge Carvallo Delfín.
Es el producto de una dirigencia estatal corrupta, que privilegió el tráfico y la venta de alcaldías al mejor postor, que como premio recibió una diputación plurinominal, y de postre la Coordinación Política del Congreso estatal.
En efecto, Jorge Carvallo, una lacra en la Cámara de Diputados; los miembros de la delincuencia organizada, a la que sirvieron de prestanombres, siguen de fiesta desde el 5 de noviembre, fecha en que recibió inmunidad parlamentaria para los siguientes tres años.
Los priístas quisieran quemar vivo a Carvallo, en especial aquellos que les robó hasta 5 millones de pesos prometiendo una candidatura a presidente municipal.
Y no es para menos la irritación.
Suman decenas de incautos, que no salieron a las calles a protestar porque Fidel buscó recompensarlos dándoles una obra, que por cierto no les pagó.
En el PRI estatal no funciona absolutamente nada.
De los tres sectores y otros filiales como la Fundación Colosio, ni sus luces, cada uno de sus dirigentes chingando gente.
El sector popular, la CNOP, encabezado por Elvia Ruiz Cesáreo, dedicado al coyotaje de concesiones para el transporte público en la modalidad de taxis; miles de placas quedaron en manos de amigos, compadres, familiares y recomendados de la dirigente y ex diputada local.
La Confederación Nacional de Organizaciones Populares, tiene todo hoy en día, menos lo popular; es una patente de complicidad e impunidad para que sus representantes estatales y municipales realicen todo tipo de negocios.
El sector campesino, por lo mismo, inexistente, hundido en el fracaso.
Juan Humberto García, alias Juan Cañitas, el ex titular de la Secretaría de Agricultura en el gobierno de Fidel herrera Beltrán, dejó al campo estatal fracasado, inmerso en el caos y la desorganización; sólo sirvió para que él y su familia realizaran negocios millonarios con la venta de utensilios para las faenas agrícolas, como palas, picos, y azadones.
Los presupuestos financieros de los seis años para el campo del régimen de la Fidelidad, dieron para todo, en especial para viajes de placer de un enamorado Juan Cañitas, pero menos para rescatar la producción estatal.
En cuanto al sector obrero, en situación similar; no tiene pies ni cabeza, sus representantes siguen respirando por heridas abiertas en el Fidelismo.
Líderes como el vetusto Enrique Ramos Rodríguez, sumamente encabronados por la agarrada de pendejos que les dio Fidel Herrera, a quien en especial prometió un espacio plurinominal en el Congreso estatal, y al final, después del triunfo electoral de la gubernatura, lo dejó vestido y alborotado.
Y qué no decir del presidente de la Fundación Colosio, Inocencio Yáñez Vicencio, quien a pesar de estar considerado el ideólogo del priísmo veracruzano, ni siquiera mereció una dirección de medio pelo en el gobierno de Javier Duarte.
Don Chencho, con trabajo reconocido en el tricolor, quedó en la banca de espera, que muchos llaman ya Reserva Nacional de Talentos, la famosa RENATA, y de la que nunca llaman a integrante alguno.
Insisto, el PRI de Veracruz, por la calle de la amargura, al filo de la navaja.
Como instituto político, nadie da en estos tiempos ni siquiera un cacahuate.
El sucesor por encargo de Fidel Herrera, Ranulfo Márquez Hernández, llegó al CDE del PRI cargando una estela vergonzante de corrupción; se habla que fueron 2 mil millones de pesos los que se chingó de los apoyos del Huracán Stan para la gente afectada siendo titular de protección Civil.
Cabeza de Lata llegó al tricolor a ver qué podía llevarse, pero no contaba que Carvallo arrasó con todo, cargó hasta con las alfombras del Comité Directivo Estatal.
El PRI continúa hundido, no da señales de vida.
Por lo tanto su estancia es como estar de vacaciones sin gastos pagados porque en la secretaría de Finanzas no tienen ni en que caerse muertos.
Ranulfo Márquez, dice a sus compinches que el nuevo gobierno se la pela, que lo protegen Fidel y la generala Beatriz Paredes, alias Toña Machete.
Sin embargo, el gobernador de Veracruz, Javier Duarte, ha tomado la decisión de inyectarle nuevos bríos al PRI sacando de la dirigencia estatal al Cabeza de Lata; dándole una oportunidad al ex diputado Héctor Yunes Landa, político sensato y con poder de convocatoria, que se ha significado por ser un verdadero cuadro del partido tricolor.
En fin, quien llegue al PRI veracruzano, que lo haga sin revanchismos políticos, y que tampoco convierta al CDE en agencia de colocaciones, porque antes que Yunes Landa asuma el liderazgo, se impone de inmediato llevar a cabo una limpia total de todos los zánganos y holgazanes, que autonombrándose delegados regionales, cobran jugoso salarios en la nómina del PRI estatal; así como también suspender a todos los aviadores que cada quincena cobran puntualmente en el viejo edificio de la Avenida Ruíz Cortines.
El PRI requiere de nuevos aires, le urge oxigeno.
No se duda que el doctor Duarte, pueda dárselo.
¿O usted qué opina?

davidvaronaf@hotmail.com

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