BUENOS DÍAS VERACRUZ
Por: David Varona Fuentes
15 de diciembre de 2010
Maldita cortina de humo la que se fue el 30 de noviembre.
Fue tan brumosa, extensa, tan grande e invisible, que ocultó todos los desmanes financieros del gobierno de Fidel Herrera.
El daño tan inmenso no fue solo en las arcas de la tesorería estatal que dejó quebradas, sin peso alguno, con deudas hasta con el bolero del parque Juárez donde daba grasa a sus zapatos, y que juntas todas hacen un boquete económico enorme, difícil de llenar o cubrir en los primeros años del gobierno sucesorio.
Quien hubiese conocido con antelación la crisis económica real del gobierno de Veracruz, no tan fácilmente estaría en los zapatos del sucesor.
No es para menos.
Se fue Fidel y todos los actores políticos y ciudadanía en general escucharon o quedaron entendidos que lo único que heredaba eran 8 mil 500 millones de pesos de deuda pública, y eso gracias a que el entonces Secretario de Finanzas, Salvador Sánchez, tuvo el valor de informarlo a diputados en su comparecencia ante diputados, porque el gobernador Herrera insistía que no debía nada a nadie, que Veracruz era un paraíso.
Hoy, es otra la historia.
Fidel Herrera no solo saqueó la Secretaria de Finanzas, también dejó quebrados al 99 por ciento de las presidencia municipales en poder de representantes del PRI, especialmente aquellas con presupuestos millonarios como Veracruz, Coatzacoalcos, Minatitlán, Córdoba, Orizaba, Poza Rica, entre otros, que abrieron las tesorerías a las manos del entonces gobernador.
La orden siempre fue.
-“Quiero tantos millones para tal campaña, ahí te los repongo en tus entregas mensuales, y dócilmente los alcaldes, de las arcas municipales, se los daban”.
Se sabe ahora que muchos de esos presidentes municipales que en un principio accedieron a las peticiones de Fidel, se negaron después cuando vieron que el gobernador los estaba embarcando.
Pero Herrera tan vival como es para el dinero, al ver la resistencia de sus alcaldes, optó por tomarlo de las participaciones federales, y la única explicación que les dio fue:
“Te las repongo en el próximo mes”.
Ni el próximo, ni el siguiente, ni el último mes de su mandato.
Nunca las repuso.
Fidel dejó a todos atorados.
Por ello, pasan los días y van surgiendo las tragedias en los ayuntamientos veracruzanos.
Los municipios quedaron también en bancarrota, sin clavos para pagar quincenas atrasadas, menos para cumplir con aguinaldos y otras prestaciones laborales.
Llegó la primera quincena de diciembre y se acumularon la tres, cuatro, cinco y hasta la seis, que muchos municipios adeudan a su cuerpo edilicio, a empleados de confianza y personal sindicalizado.
El argumento de lo alcaldes priistas es el mismo:
“No tenemos dinero, no nos han enviado las participaciones federales”.
Cuáles participaciones, si las que abonó la federación hasta el 15 de noviembre, fueron también desviadas por el todavía régimen Fidelista.
En un principio el gobierno de Fidel Herrera responsabilizaba a la federación del incumplimiento oportuno en la entrega oportuna de los recursos al estado y municipios veracruzanos.
Político zorruno como es Fidel, navegó con bandera de pendejo, se hizo la víctima del presidente Calderón, a quien acusó de disminuirle, retrasarle y hasta de no librarle las participaciones federales a su gobierno y municipios.
Por su política populista, de cercanía y puertas abiertas, el pueblo de Veracruz creyó siempre en su gobernador Fidel Herrera, y en respuesta dio el voto a sus candidatos, incluido el actual mandatario estatal, Javier Duarte.
Sin embargo, hoy que salen las desgracias en ayuntamientos y que los alcaldes culpan al gobierno de Fidel Herrera de no entregarles completas o en tiempo y forma las participaciones federales, la imagen del ex mandatario estatal empezará a ser satanizada.
Corresponde al mandatario Duarte avalar el sentir del pueblo veracruzano que culpa a Fidel también de la crisis financiera de los municipios, o cubrir a su maestro con el manto de la complicidad.
Los veracruzanos confían en su gobernador Javier duarte.
Corresponde al propio Duarte hacer suyos y conservar esos votos de confianza, o si le vale, ignorarlos, total ya es gobernador por seis años.
Por lo pronto, algunos alcaldes priístas como la papa enterrada de Veracruz, Jon Remetería Sempé, han confiado a sus íntimos que la administración del doctor Duarte copia las mañas Fidelistas al haberle abonado sólo el 50 por ciento del total de su equivalente enviado por la federación correspondiente al mes de diciembre.
Allá el mandiles Jon que lo calla.
¿O usted qué opina?
davidvaronaf@hotmail.com
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