ES MUY URGENTE LA REFORMA JUDICIAL

BUENOS DÍAS VERACRUZ

Por: David Varona Fuentes
19 de diciembre de 2010

El dedo en la llaga.
La corrupción judicial en Chihuahua donde jueces liberan criminales, no es privativa de aquella entidad fronteriza.
Y al menos en Veracruz deben encenderse las farolas de alerta.
Aunque moleste a la clase privilegiada, hay que decirlo:
En la entidad veracruzana es letra muerta la aplicación estricta de la ley; con el gobierno estatal que recién terminó, fueron sueños guajiros alcanzar la reforma judicial que tanto cacareó el hoy ex mandatario Fidel Herrera, y tan urgente para acabar con la podredumbre que prevalece en ese sector.
Durante los últimos 20 años el estado de Veracruz ha venido convirtiéndose en campo fértil para subastar el estado de derecho.
Hoy día en Veracruz la ley se encuentra al servicio del político que detenta el poder, del empresario influyente, y hasta de las bandas criminales que compran a Jueces, Agentes del Ministerio Público, comandantes y policías.
Mientras que campesinos, obreros, empleados y demás ciudadanos humildes, sin dinero, fuero político, ni padrinazgos de influencia, por mínimo que sean las faltas incurridas, son tratados con todo el rigor de la ley, los amigos del poder son protegidos con el manto de la impunidad por más graves que hayan sido los delitos cometidos.
El maridaje de delincuentes con integrantes del Poder Judicial y de la Procuraduría de Justicia de Veracruz, es el pan de cada día cuando de burlar la ley se trata.
Sonados casos de impunidad producto del influyentismo, compadrazgo, y de los cañonazos financieros como soborno a las autoridades, se han visto desfilar en Juzgados y Agencias del Ministerio Público en cada sexenio de gobierno estatal que transcurre.
No alcanzaría este espacio para enumerar nombres de políticos y empresarios que acusados de delitos graves como es la violación de menores de edad, lograron burlar la justicia gracias al tráfico del poder.
O qué no decir de personajes de Veracruz dedicados al negocio de las drogas y el secuestro, y que por sus “mochadas” a comandantes y policías ni quien los toque, menos los denuncie o le echen el guante.
Y qué no señalar también de las órdenes de aprehensión jamás cumplidas en la Procuraduría de Justicia, ya que son negociadas con los infractores de la ley. De acuerdo a datos oficiales, el nefasto Salvador Mikel Rivera y sus compinches dejaron un rezago de más de 40 mil expedientes ministeriales pendientes de investigación y resolución, Basta recordar el caso reciente en la Subprocuraduría del sur del estado donde fue detenido un delincuente teniendo en su poder decenas de expedientes judiciales de personas privadas de su libertad, que desde luego no los quería para usarlos como papel sanitario, sino que el objetivo real era negociarlos con los interesados en sacarlos de prisión.
No faltará quien me considere loco por comparar lo que sucede en el Poder Judicial del estado de Chihuahua, con lo que ocurre en el mismo órgano de Justicia de Veracruz.
Al igual como la inseguridad pública de la que dicen es un paraíso en el estado, refutarán que Veracruz está lejos de que ocurran casos como el del criminal Sergio Barraza Bocanegra, asesino confeso de la joven Rubí Frayre Escobedo, que fue liberado por un juez del Tribunal Superior de Justicia de Chihuahua, y a quien se le acusa de haber dado muerte en días pasados a la defensora de los derechos humanos, Marisela Escobedo Ortiz, madre de Rubí.
Pero se equivocan, Veracruz es ya escenario de atrocidades mayores, cometidas por la confabulación de homicidas y todo tipo de bestias con servidores púbicos, sólo que permanecen en el secreto de la complicidad oficial.
Cuando ya no puedan ocultarse hechos lamentables como el de la activista Escobedo Ortiz, imposible que la sangre no llegue al río en Veracruz.
Porque yo pregunto:
¿Qué se ha hecho para detener la corrupción en el aparato judicial del estado y en la propia Procuraduría?
Los últimos gobernadores de Veracruz fingieron estar ciegos y sordos para no ver ni escuchar los que sucede en el bajo mundo de Juzgados y Agencias del Ministerio Público, donde se comercializa la aplicación de la ley.
Fidel Herrera, prometió una reforma al Poder Judicial y también mintió. Pudo más su miedo a destapar la cloaca.
Por lo tanto, también hay que decirlo:
Sacudir las instituciones públicas de Veracruz, en especial las encargadas de impartir y procurar justicia, en forma pronta y expedita, es uno de los grandes retos a corto plazo que tiene el gobernador Javier Duarte.
No más subastas de la ley para proteger ni liberar a delincuentes peligrosos.
La tan ansiada reforma y modernización del Poder Judicial, no puede esperar más.
Los veracruzanos confían que al gobernador Duarte no le temblará la mano para proponer reformas al Poder Legislativo que metan orden en el Tribunal Superior de Justicia.
Porque sólo con críticas en los Twitter como las que hace el presidente Felipe Calderón, condenando la liberación de asesinos confesos de la peligrosidad de Sergio Barraza, nada, absolutamente nada se resuelve para detener la vorágine corruptiva en todos los sectores públicos del país.
¿O usted qué opina?

davidvaronaf@hotmail.com

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