BUENOS DÍAS VERACRUZ
Por: David Varona Fuentes
1 de diciembre de 2010
No hay fecha ni tiempo que no se cumpla:
El doctor Javier Duarte se ha investido como el gobernador número 45 en la historia política del estado de Veracruz.
El nuevo mandatario es el más joven que arriba a la primera magistratura estatal y es también el más votado en una elección de gobernador en Veracruz, con casi 1 millón 400 mil sufragios recibidos.
¡Adiós al pinche poder fiel; acabó la Fidelidad!
Al generoso tío Fide le lloran sus viudas y viudos del periodismo oficioso; extrañarán las camionetas y coches del año que en reciprocidad a su entreguismo desmedido les obsequiaba; también los embutes ó “ayudas” banqueteras de mil hasta 50 mil pesos; dependiendo el pez era la pedrada.
Se fue Fidel Herrera Beltrán del gobierno de Veracruz.
Desearía que con él se hubiesen marchado también los grandes problemas que deja al sucesor Javier Duarte.
En efecto, el nuevo gobernador recibe de su maestro y hacedor político un estado en ruinas, con finanzas quebradas y comprometidas, con deudas por donde quiera; se le debe a todo mundo, y no hay un peso en la tesorería estatal. Los presuntos 6 mil 500 millones de pesos, una falacia, una jalada, sólo una cortina de humo. La única verdad, la deuda por 9 mil 500 millones de pesos, esa que ventiló en su última comparecencia ante el Congreso local el hoy ex secretario de Finanzas, Salvador Sánchez.
No desearía escribir del negro panorama, del desastre político, económico y social que encuentra el gobernador Javier Duarte, aún cuando dice conocerlo por su cercanía con Herrera Beltrán y por haber sido encargado de las finanzas estatales.
Sin embargo, es realmente alarmante el Veracruz que recibe el joven gobernador que apenas este miércoles 1 de diciembre rindió protesta ante diputados de la Legislatura local y teniendo como testigos a la clase política estatal y a la plana mayor del priísmo nacional.
“Una papa caliente, dicen unos; una entidad en bancarrota”, dicen otros, refiriéndose al Veracruz que aguarda al doctor Duarte.
Yo lo calificaría como un estado en grave crisis, con una desgracia monetaria tan grande como la catástrofe provocada por el huracán Karl en suelo veracruzano.
Pero bueno, ni para salir corriendo o echarse para atrás, ahora el nuevo gobierno la bebe porque la bebe.
A toda su capacidad, experiencia, conocimiento e imaginación financiera, tendrá que recurrir el gobernador Duarte para sacar al buey de la barranca, pese a que se encuentra hundido hasta lo más profundo.
Tal vez lo que menos quiso Fidel fue entregar a su alumno más aventajado, una entidad sin activo financiero para arrancar, ni con una larga pero larguísima lista de acreedores y deudores, a los que siempre engañó diciéndoles que les pagaría antes de abandonar la gubernatura el 30 de noviembre.
Pero lo que es criticable e imperdonable del ex gobernador Herrera Beltrán es dejar a Duarte una herencia maldita en la persona de Reynaldo Gaudencio Escobar Pérez, nombrado Procurador de Justicia bajo el perverso disfraz de Subprocurador regional encargado de Despacho.
Reynaco o Reybaco, significa la mancha en el gobierno de Javier Duarte.
Desde la misma noche del miércoles, las bandas delictivas, los criminales, los mafiosos, están de fiesta, echaron cuetes y centellas celebrando la llegada del socio, del cómplice, del protector, a la Procuraduría General de Justicia.
El pueblo de Veracruz, no sale de su asombro; no digiere todavía la incorporación de Escobar al gabinete de Duarte; siguen preguntándose qué le sabe al gobernador para ponerlo al frente de una institución tan respetable y delicada como la PGJ.
Se han desatado las críticas mediáticas por la incursión del aprendiz de coyote en la Fiscalía estatal, y seguirán lloviéndole todos los días durante todos los meses que insista Duarte en mantenerlo en la Procuraduría.
Seguro estoy que desde nuestras diferentes trincheras, los diversos medios de comunicación del estado estamos dispuestos a sumarnos a esa gran cruzada que por Veracruz invita el gobernador Javier Duarte.
Soy de los convencidos que si le va bien al mandatario Duarte, le irá bien a Veracruz y a los veracruzanos.
Este portal informativo nunca dudó que el doctor Duarte ganaría la gubernatura en los comicios del 4 de Julio, y principalmente fuimos los únicos que sin temor a equivocarnos afirmamos que sería ratificado por los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación; mientras que los demás, o bien le hacían al loco y no se atrevían a pronunciarse por la validación del triunfo, o de plano apostaron a la anulación de la elección. Ahí están los antecedentes a la vista de todos.
Pero aclaramos:
Nunca hemos sido aplaudidores de la corrupción ni menos servimos de alfombra al abuso del poder; a Herrera Beltrán criticamos severamente sus errores y reconocimos sus aciertos y su obra en beneficio de Veracruz.
Por lo tanto, nos sumamos a ese descontento social que dicen, comentan y censuran miles de veracruzanos por el nombramiento del tío de los pipos Vázquez Cuevas en la Procuraduría General de Justicia de Veracruz.
Y día tras día iremos desmenuzando su tenebroso pasado.
Los veracruzanos ofendidos o víctimas de un delito, merecen un mejor representante social, digno, honesto, y transparente; no un hampón que procurará justicia al mejor postor, a favor de los criminales.
¿O qué lectura debemos darle al hecho de encasquetar a Reynaco al frente de la PGJ?
¿Acaso Escobar pactará con las bandas del crimen organizado asentadas en Veracruz, a cuyos jefes conoce como la palma de sus manos?
El presidente Felipe Calderón ha reiterado que “jamás pactará con los criminales”.
¿El gobierno de Duarte sí?
¿O usted qué opina?
P.D: Antes de que cante el gallo tres veces…Fidel fue entregado.
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