BUENOS DÍAS VERACRUZ
Por: David Varona Fuentes
28 de diciembre de 2010
Como dice la canción:
“Poco, poquito a poco, me fui alejando de ti”.
Y eso es precisamente lo que viene haciendo el gobernador, Javier Duarte, para ir marcando la sana distancia con su antecesor.
Cada vez son más claras, visibles, y contundentes las señales de separación que manda en sus declaraciones a los medios, o en los discursos públicos que pronuncia en cualesquiera de los eventos que preside desde su toma de posesión el 1 de diciembre.
Sólo es cuestión de interpretar sus mensajes entre líneas.
Por ejemplo, lo que dijo este martes 28 de diciembre en gira de trabajo por el municipio de Coatzacoalcos, en donde afirmó que no aspira ser el gobernador más popular de Veracruz, pero en cambio sí quiere ser el mejor en toda la historia del estado.
Si sus palabras son sinceras, debe reconocérsele el objetivo o el interés que Duarte tiene como mandatario veracruzano.
Porque para qué pretender convertirse en el gobernador más popular, si dentro de seis años Veracruz podría terminar en peores condiciones políticas, financieras, sociales y de inseguridad pública, en las que recibió el estado.
Basta echarle un vistazo al régimen de Fidel Herrera, quien se obsesionó en invertir todo, esfuerzos, dedicación, entrega, desvelos, y principalmente todo el dinero de los veracruzanos en cultivar su imagen personal, para “ser querido y recordado bien por su pueblo”.
Después de ganar las elecciones locales de septiembre de 2007, Fidel se ufanaba, presumía y gozaba, según él, de ser un gobernador exitosamente popular.
Y miren cómo terminó, no Fidel, sino Veracruz.
Herrera multiplicó su fortuna económica y patrimonial, Veracruz, gracias al gobierno de Fidel, quedó convertido en una vergüenza nacional, sin dinero en las arcas, endeudado y ensangrentado.
Y esa “popularidad” de Fidel, pegada de alfileres y pagada con miles de millones de pesos, se ha venido cayendo, según pasan los días, el ciudadano va despertando de su letargo sexenal, del engaño Fidelista, y de popular el tío Fide va pasando al villano más criticado, y conforme transcurra la administración del sucesor, su imagen irá deteriorándose hasta alcanzar el repudio masivo de los habitantes del estado.
Entonces, con la suerte que espera a Fidel y su enfermizo folklorismo, para qué quiere el gobernador Duarte seguir los pasos o superar en “popularidad” a Herrera Beltrán.
Por el rumbo que va tomando su gobierno, el mandatario estatal busca desprenderse del cordón umbilical que lo liga al ex gobernador, Fidel Herrera, y a su herencia maldita de corrupción, despilfarro, tráfico de influencias y abusos en el ejercicio del poder, que llevaron a Veracruz a la peor crisis financiera de los últimos 40 años.
Hace lo correcto el joven gobernante veracruzano.
Está obligado a desaparecer de su administración todo lo que huela a Fidelismo; no lo ayudará en nada y sí podría marcar evidente continuismo.
Que quede claro:
Si el doctor Duarte ha decidido desmarcarse del ex gobernador Herrera, no es nada del otro mundo, y tampoco significa rompimiento o traición a su maestro y hacedor político.
Simplemente el gobernador Duarte podría tener formas y estilos propios de hacer y entender el servicio público, sin simulaciones ni falsos triunfalismos.
Lo que el doctor Duarte quiere alcanzar, ser el mejor gobernador de Veracruz, es la misma meta que el propio Fidel Herrera tuvo en sus manos de haber logrado, pero sus ansias de novillero lo enloquecieron, se entregó al halago desmedido, a la lisonja de sus falsos editores, y miren cómo terminó su mandato, sumergido en el descrédito ciudadano.
Si el joven gobernador de Veracruz, Javier Duarte, no pierde el piso, cumple la palabra empeñada a la ciudadanía, mantiene la sencillez en su trato y corta las uñas largas a sus colaboradores, sus aspiraciones podrían ser alcanzables.
Tiene todo para brillar con luz propia.
Pero, el tiempo y sus acciones lo dirán
¿O usted qué opina?
PD:Los más cercanos ya están hablando, al haberlos dejado fuera de los "NEGOCIOS".
Algunos ya hablan de 15 y otros de 20 camiones compactadores nuevos que se van a incorporar, por órdenes de la alcaldesa electa Carolina Gudiño Corro, a las rutas de recolección de basura en la Ciudad de Veracruz.
Este será el primer gran negocio de Doña Carolina y sus Hermanitos al amparo del poder en el Ayuntamiento de Veracruz.
Se dice que los camiones son de un empresa de Doña Carolina Gudiño y sus dos hermanitos que son unas fichotas, que por obviedad usarán prestanombres y dirán que son diferentes prestadores de servicios para así hacer creer que "BENEFICIAN A MUCHOS TRANSPORTISTAS Y NO SOLO A UNO".
Si Doña Carolina dá el banderazo de salida en los primeros días de Enero a unidades compactadoras nuevas, por principios de transparencia en su administración, debe mostrar de quién son dichos camiones y bajo qué condiciones está el contrato para la recolección de basura en el municipio.
Que recuerde Doña Carolina que no solo se trataba de cambiarle el cabo al hacha, ahora que ya se va Don Jon Rementería.
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