MENTIRAS VERDADERAS

BUENOS DÍAS VERACRUZ

Por: David Varona Fuentes

3 de diciembre de 2010

Un día, aunque lejano, a los hijos de sangre, o putativos, los alcanza e invade su pasado inmediato de gritos, maltratos, insultos y mentadas de madre, recibidos todos en el seno familiar, en el negocio o trabajo.
Y llegado el momento, si las condiciones ya están puestas, buscan la manera de empezar a cobrar esas viejas facturas, las cuales muchas veces van inmersas de odios, dolor y resentimientos en contra de quien los trató con desprecio y humilló en público, frente a los demás, para demostrar quien era el patrón.
Mientras se encuentran en el hogar dependiendo económica, social, y hasta emocionalmente del titular de la casa, del que manda y ordena y a quien no se le discute, los vástagos dicen sí a toda disposición, aunque ésta no la acepten ni compartan.
Y cuidado se atrevan a murmurar, opinar, sugerir, o dar sus puntos de vista porque de pendejos no los bajará el jefe.
En aquellos casos donde los consanguíneos o adoptados tuvieron todo lo que desearon: Lujos, fiestas, juguetes caros, los mejores y prestigiados colegios particulares, del país o del extranjero, pero con infancias y adolescencia miserables por falta de cariño, amor, guía y comprensión, terminan revelándose al yugo familiar una vez que arriban a los 18 años de edad.
En el oficio del quehacer político realmente desconozco en que tiempo, espacio y circunstancias los hijos o alumnos sacan la casta, se quitan el yugo y se desprenden del cordón umbilical, el mismo que prometieron llevar puesto por doquier, como muestra del agradecimiento y lealtad eternos.
Particularmente soy convencido de que a los sucesores que se les adelanta cualquier tipo de herencia, ya sea patrimonial, financiera o política, más temprano que tarde terminarán clavándoles en pleno corazón la daga de la traición a sus progenitores, a sus hacedores, tal vez por venganzas del pretérito o ambición desmedida por el usufructo recibido.
Incluso existen casos donde los retoños, aparte de desconocer e ignorar a sus benefactores de toda su vida, los dejan en la vil calle abandonándolos a su suerte.
En política no hay agradecidos, lealtades, ni amigos, sólo intereses, un chingo de intereses, y por éstas bajas pasiones los que son encumbrados son capaces de todo.
Por ello siempre he dicho que en política el dinero y el poder marean a los inteligentes, y enloquecen a los pendejos.
Debo advertir que cualquier similitud del contenido de este comentario con el actual gobierno del estado de Veracruz, es mera coincidencia.
Sin embargo, empieza a estar a la vista de todos los veracruzanos lo que no puede esconderse ni inventarse; ha comenzado el desligue de la actual administración con el pasado Fidelista.
El hecho de desbaratar y tirar al cesto de la basura la propuesta de Presupuesto de Egresos 2011 del Gobierno del estado que envió al Congreso local la administración saliente, evidencia que en la elaboración del mismo no hubo acuerdos.
Los planes del gobierno sucesor de crear la Universidad Popular Autónoma de Veracruz, la Secretaría y Procuraduría del Medio Ambiente, siempre fueron conocidos por el régimen Fidelista, pero dueños del pinche poder, los ignoraron.
Ahora, a modificar el gasto de los 77 mil 950 millones de pesos que solicitaron les autorice la Legislatura veracruzana para el ejercicio fiscal 2011, el primero de los seis del gobernador Javier Duarte.
Ya fue sepultado el color rojo que sirvió de estandarte al Fidelismo, ahora darán otro destino al presupuesto solicitado.
¿Qué más sigue como muestra de que la Fidelidad ha muerto en Veracruz?
No me equivoqué cuando escribí que antes que cantara el gallo tres veces, el maestro Fidel Herrera ya había sido entregado.
¿O usted qué opina?