Qué se comieron, o qué pecados cometieron alcaldes de la entidad para ser boletinados de sinvergüenzas por el Órgano Superior de Fiscalización.
Causa extrañeza que el ORFIS de Veracruz salga a decir que “ahora sí, en la cuenta pública de 2008, encontró” inconsistencias financieras en las administraciones municipales.
Y no son para menos las dudas…
El ente fiscalizador en Veracruz se ha convertido en cómplice de altos, medianos y pequeños funcionarios públicos, tanto del gobierno del estado como de importantes ayuntamientos.
Que se tenga memoria en Veracruz, en los últimos años ningún político ha sido llamado a cuentas por sus cuantiosas fortunas acumuladas en la clandestinidad, muchos menos encarcelado y sometido a juicio penal a sugerencia del ORFIS estatal.
Más bien, a esos traidores del pueblo veracruzano, se les premia con otros cargos de mayor relevancia política, o son colocados en puestos claves donde tendrán todo un presupuesto para despilfarrar, y embarrarles las manos a los jefes superiores.
La historia de Veracruz nos ha dejado la enseñanza de que en el estado, a todos los que terminan robándose el dinero del pueblo, el auditor Mauricio Audirac los ha cubierto con el manto de la complicidad.
Por ese maridaje político-financiero entre ORFIS, funcionarios estatales y alcaldes, los incrédulos no terminan de digerir que Audirac enliste de rateros a todos aquellos con los que ha venido realizando los grandes negocios.
Según las cuentas alegres del auditor superior del ORFIS, suman 83 los ayuntamientos que se presume, desviaron recursos oficiales por el orden de los 362 millones de pesos en el ejercicio fiscal de 2008.
Pero en cambio, mientras a unos incrimina y demanda a la Legislatura local ser procesados por daño patrimonial a los ayuntamientos, el gordito que odia a las mujeres, exonera a todas las dependencias estatales en el manejo del presupuesto 2008.
Es decir, para Audirac, todos los de palacio de gobierno son blancas palomas, tan puras, limpias y honestas como las aves que cruzan el pantano y no se mojan.
Sin tener, por el momento, en las manos las pruebas fehacientes para hacer señalamientos de corrupción en contra de connotados colaboradores del primer círculo del poder en Veracruz, aún así les doy el beneficio de la duda a los números alegres de Audirac.
Es evidente que el anuncio en contra de 83 alcaldes, se trata nada más de una mascarada, primero para encubrir a los verdaderos culpables de robarse el dinero de los impuestos, y en segunda para meter el miedo y la zozobra en aquellos alcaldes rebeldes que se niegan a aceptar imposiciones de allá arriba.
A estas alturas del partido electoral del 2010, es un secreto a voces que el 90 por ciento de los presidentes municipales priístas de la entidad se han rebelado; se resisten en apoyar a los candidatos a alcaldes que traen el sello de palacio de gobierno.
El anuncio del titular del ORFIS en contra de los 83 alcaldes, no deja de ser mediático e intimidatorio.
Al final, como siempre ha sucedido, Audirac se entenderá con los presuntos acusados de desviar recursos públicos; sólo es cuestión de tiempo para acordar o determinar los montos del soborno. La operación limpieza en los ayuntamientos que el ORFIS señala de estar convertidos en un cochinero, ya viene en camino.
Mauricio Audirac, es todo un experto en limpiar cloacas y enderezar entuertos; al funcionario más desvergonzado, lo convierte en sinónimo de honestidad y transparencia.
Quien lo dude, que pregunte a la banda alemanista, y muchos otros más.
¿O usted qué opina?
martes, 19 de enero de 2010
¡EL ORFIS MANTO DE LA IMPUNIDAD!
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