El Pulpo camionero del estado, trae de cabeza al gobernador Fidel Herrera.
Y no es para menos…
El mandatario veracruzano ha buscado por todos los medios conciliatorios, frenar a esos cafres del volante que todos los días llenan de sangre inocente las calles de las principales ciudades del estado.
Infinidad de veces los permisionarios del transporte público de pasajeros en el estado, se han comprometido a terminar con la racha de muertes violentas que provocan esos animales que contratan como choferes de sus camiones urbanos y suburbanos.
Una y otra vez, cuando sucede otra desgracia que enluta nuevos hogares veracruzanos, el gobernador Herrera Beltrán ha llamado al orden a los transportistas, conminándolos a que sus trabajadores respeten la vida de los peatones.
Igual número de veces los concesionarios del servicio de pasajeros le han respondido a Fidel que “despediremos a todos nuestros conductores que agarren calles avenidas como pistas de carreras”.
De la misma forma los empresarios del transporte urbano han firmado decenas de acuerdos en los que el compromiso principal que hacen ante la autoridad estatal, es el de respetar los límites de velocidad autorizados para sus unidades, buscando siempre que no vuelvan a presentarse otros incidentes de muerte por atropellamiento.
El último convenio entre transportistas y representantes de la Dirección de Tránsito y Transporte, tuvo lugar la semana pasada, y en donde el gobernador Fidel Herrera lanzaba un ultimátum a los prestadores del servicio público de pasajeros.
“Ni un solo muerto más”, habría advertido el gobernador Fidel Herrera, a lo cual los concesionarios respondieron que acatarían la determinación oficial.
Sin embargo, apenas 24 horas después de firmada la minuta, una nueva víctima moría bajo las llantas de los pesados y viejos camiones urbanos, esta vez una pequeña de escasos 6 años de edad.
La sociedad veracruzana en su conjunto salió a condenar ese nuevo crimen del Pulpo Camionero, y la reacción del gobernador no se hizo esperar…
Fidel ha dicho que no tiene otra alternativa, no le dejan otra determinación, que recurrir a la requisa de unidades.
Se sabe que ante la advertencia del ejecutivo estatal, los transportistas están muertos, sí, sólo que no es de miedo, sino de risa.
Al grado de que a través de mensajeros de Tránsito y Transporte, buscan decirle a Fidel que “nos diga cuando empieza la requisa; aquí la esperamos”.
Yó pregunto…
¿Porqué tanto descaro y cinismo en los señores del transporte, patrones de esas bestias que manejan sus camiones urbanos?
Es indudables que los camioneros, en especial los representantes de éstos, muestran seguridad que ninguna de las acciones que advierte el gobierno Fidelista, serán concretadas, y que sólo se trata de simulaciones para distraer la atención y calmar los ánimos ciudadanos por esos brutales crímenes, cometidos en su mayoría en calles de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río.
No es para menos, esa soberbia que muestran los empresarios del transporte público en el estado.
Saben que cuentan con el manto protector del Subdirector de Tránsito y Transporte, Julio César Cerecedo, el funcionario del gran poder, que maneja el pandero de los grandes y millonarios negocios que se manejan en esa dependencia estatal.
Nada se mueve sin el visto bueno o la autorización de Cerecedo Aguilar…
Todo tiene que pasar por las manos del hombre fuerte de la DGTT: desde las concesiones nuevas para el transporte urbano-suburbano y en la modalidad de taxis; así como también los permisos para invadir rutas y para que chatarras inservibles anden operando sin pasar revista.
Todos esos privilegios que reciben los concesionarios del transporte, han dado a ganar un chingo de dinero a Cerecedo; la fortuna de este funcionario Fidelista es incalculable.
Algunos indiscretos camioneros han vociferado que cada mes, procedentes de todo el estado, hacen llegar a Cerecedo maletas hasta la madre de dinero, como pago a los favores que les otorga.
Y no se duda…
Por eso el transporte de pasajeros está convertido en un desastre, con autobuses de hace 30 años de servicio, y con choferes convertidos en asesinos de peatones.
Por ese manto de complicidad con los transportistas, Cerecedo nunca ha levantado su voz de protesta por tantos crímenes del Pulpo Camionero; menos tiene los huevos para aplicarles la ley; vaya, ni siquiera se atreve a amenazarlos…
Estar embarrado, lo mantiene atado, es un juguete de los transportistas y líderes taxistas..
Pero qué importa la legalidad a Julio Cerecedo; lo que le interesa es el billete, el dinero fresco que cae a su cajón todos los días.
Íntimos del joven Cerecedo Aguilar, aseguran que por las más de cinco mil nuevas concesiones para taxis que el gobierno estatal viene entregando a lo largo y ancho del estado, el subdirector de Tránsito y Transporte ha logrado embolsarse más de 50 millones de pesos por concepto de cochupos.
De ser cierto…
¡Qué bruto, es un chingo de dinero!
Sólo falta preguntar…
¿Cerecedo tiene cómplices en palacio de gobierno, o se va por la libre?
Porque de que es un pillo astuto, no se duda. A muchos mercenarios del periodismo los ha planchado entregándoles concesiones de taxis; su operador con los mercachifles de la comunicación es Arturo Vidal, quien ha hecho lo suyo con la gran tranza.
¿Sabrá mi amigo el gobernador la cloaca corruptiva que existe en Tránsito y Transporte?
¿O usted qué opina?
No hay comentarios:
Publicar un comentario